Revista Velvet | Sarah Ferguson comparte la historia de “Cenicienta” que vivió en su boda real
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Sarah Ferguson comparte la historia de “Cenicienta” que vivió en su boda real

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Sarah Ferguson comparte la historia de “Cenicienta” que vivió en su boda real

POR Rommy Buchholz | 25 agosto 2023

Han pasado casi 40 años desde la boda real de Sarah Ferguson y el príncipe Andrés. Sin embargo, Fergie aún recuerda la magia presente en su gran día, incluso después de su pronto divorcio tras una década de matrimonio.

La duquesa de York, reflexionó sobre el tema de la fe en el último episodio de su podcast Tea Talks junto a su copresentadora y amiga Sarah Thomson. Y habló sobre “la fe que sintió” cuando se casó con Andrés.

“En 1986, la nación se detuvo y se tomó un día de fiesta el 23 de julio para que la hija del granjero subiera al altar con una tiara extraordinaria regalada por Su Majestad. Es una extraordinaria historia de Cenicienta“, empezó Fergie.

“Yo no ordeñaba exactamente las vacas de la granja, era una vida muy encantadora la que tenía, pero mi padre seguía siendo granjero“, continuó la duquesa, de 63 años. 

“Subí, subí a la Abadía de Westminster, y allí al final estaba el apuesto príncipe con su uniforme naval completo y la nación se detuvo. La Abadía de Westminster estaba en ebullición“.

Tras destacar lo feliz que parecía cuando se casó, Thomson preguntó a Fergie si estaba nerviosa. “Como todas las novias, siempre estoy nerviosa, no sé por qué…”.

“Cuando bajé las escaleras de Clarence House, donde pasé la noche anterior, todo el mundo gritaba ‘¡Fergie! Fergie!’ por la calle. Cuando bajé las escaleras, estaba mi padre al pie de las mismas“, dijo sobre la multitud que acudió a verla.

Ese día, Fergie viajó a la abadía con su padre, Ronald Ferguson, que fue durante mucho tiempo entrenador de polo del príncipe Felipe y del Rey Carlos III. Ronald falleció en 2003.

Recordando con cariño la sensación de cuento de hadas de ese día, Sarah dijo: “Fue uno de esos momentos… El otro día estaba viendo Cenicienta con las niñas, Ella Encantada. Lo hice. Tuve ese momento, y papá estaba en el fondo“.

Y aunque una boda real suena a mucho más que una común, la duquesa bromeó diciendo que “no hay protocolo” para un momento así. “Subimos a nuestra carroza de cristal y papá me dijo: ‘¿Qué hacemos ahora?'”.

“Yo le contesté: ‘No lo sé, ¡nunca he hecho esto antes!’, y él respondió: ‘¡Y yo tampoco!’. Y cuando entramos en la abadía, nos pusimos manos a la obra. Estaba totalmente enamorada de mi apuesto príncipe, así que ahí lo tienen“.

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