¿A quién no le gustaría saber cuál es el origen de sus genes? Viajar por nuestros antepasados y descubrir sorpresas como las que descubrió el ganador del Oscar, Russell Crowe, una estrella atípica en Hollywood. Ya sabemos, después de participar en filmes icónicos como Gladiador, Una Mente Brillante o The Insider, y luego se replegó, subió de peso, ha vuelto a las películas, pero en paralelo Russell ha manifestado una cercanía bien notoria ante sus seguidores, teniendo un contacto frecuente a través de X, como ahora se conoce a Twitter.
A través de esta red social, el actor neozelandés que también ha incursionado en la música, reveló que recientemente descubrió nuevos datos sobres sus orígenes genéticos. “He estado buscando a mis antepasados italianos durante bastante tiempo. Los cuentos familiares folclóricos y los errores ortográficos me habían hecho viajar por varios caminos equivocados”.
I’ve been on the hunt to track down my Italian forebears for quite some time. Folkloric family tales and misspelling had seen me travel on a number of wrong tracks.
Turns out my great great great grandfather, on my mother’s side, who travelled to NZ in 1864 was …
— Russell Crowe (@russellcrowe) January 3, 2024
Crowe contó que su tatarabuelo materno fue Luigi Ghezzi, un italiano que luego de trabajar en Argentina, intentó llegar a la India y naufragó. Producto de esto vivió durante años en Ciudad del Cabo, lugar donde se casó con Mary Ann Curtain. Años después, se mudaron juntos a Nueva Zelanda.
Si bien esto ya es interesante, lo realmente curioso es su vínculo con un histórico personaje de la historia británica. ”También ha salido a la luz que por parte de la madre de mi padre. A través de John Fraser, que llegó a Nueva Zelanda en 1841, nos conectamos directamente con Simon Fraser. Búscalo. Es todo un personaje. El Viejo Zorro le llamaban’‘.
Pero, ¿Quién es este señor? Es conocido como el último hombre decapitado en el Reino Unido. Fue condenado por ”alta traición” y para que la gente pudiera asistir y ver la ejecución, se levantaron tribunas de madera. El problema llegó cuando una de estas se cayó y mató a 9 personas. Al enterarse de lo que pasó, Simon Fraser se rio tan fuerte que cuando fue ejecutado, la anécdota dio paso a un conocido refrán inglés: Laughing his head off (reírse hasta quedarse sin cabeza).