Ricky Martín va con todo contra su sobrino. Esto, después de que este lo demandara por “conducta sexual no consensuada”. Los abogados del cantante pidieron al Tribunal de Primera Instancia de San Juan desestimar la contrademanda, al considerar las reclamaciones como de “naturaleza frívola y temeraria”.
Dennis Yadiel Sánchez Martín demandó a su tío el pasado 3 de mayo por una suma de 10 millones de dólares. Bajo el argumento de daños causados por una serie de supuestos encuentros sexuales no consentidos, desde que tenía 11 años.
Por su parte, Ricky Martín niega tajantemente que eso haya ocurrido. Y sus representantes legales aseguran en el documento que los daños reclamados son “irreales y/o especulativos”. Negando “rotunda e inequívocamente” las acusaciones realizadas por Sánchez Martin.
Lo presentado ante el tribunal asegura que el artista “nunca ha estado a solas” con su sobrino “ni en su auto ni en algún otro lugar”. En concreto, señalan que el cantante “nunca estuvo a solas con su sobrino, ni en su camarín ni en otro lugar, ya que el demandado estuvo en todo momento acompañado de otros miembros de la familia”.
De esta manera, los abogados de Ricky Martín responden a las afirmaciones del demandante, que alegó que algunos de esos supuestos encuentros tuvieron lugar en el automóvil del artista. Quien lo iba a buscar al colegio y que lo llevaba a lugares más solitarios para compartir con él. Otra de las acusaciones de Sánchez Martín alegaba que su tío abusó de él cuando participaba en la obra Evita en Nueva York.
Ricky Martín y Dennis Yadiel Sánchez Martín están involucrados en una batalla judicial desde julio de 2022. En aquel entonces, un juzgado concedió al sobrino del cantante una orden de protección contra su tío, que luego fue desestimada.
Posteriormente, la justicia concedió a Enrique Martín Morales (nombre original del cantante), una orden de protección por acoso contra su sobrino, que fue extendida por un año en noviembre pasado.
El artista respondió en septiembre con una demanda civil por extorsión, persecución maliciosa, abuso del derecho, daños y perjuicios. Ahora, el sobrino lo volvió a demandar por el cargo de “conducta sexual no consensuada”.