El rey Carlos III tuvo hacer una pausa en su agenda oficial tras una breve hospitalización derivada de los efectos secundarios de su tratamiento contra el cáncer.
A sus 76 años, el monarca fue ingresado en The London Clinic la mañana del jueves 27 de marzo para una “observación breve“, según confirmó el Palacio de Buckingham en un comunicado.
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“El rey experimentó efectos secundarios temporales que requirieron un breve período de observación en el hospital”, señala el informe oficial. Como resultado, sus compromisos programados fueron pospuestos.
Afortunadamente, el monarca ya se encuentra recuperándose en Clarence House, y todo indica que su evolución sigue una tendencia positiva. “Es solo un pequeño contratiempo en el camino, pero todo sigue avanzando en la dirección correcta“, aseguró una fuente cercana a la realeza.
Carlos III hizo público su diagnóstico en febrero de este año, tras haber sido hospitalizado por un procedimiento de próstata. En ese momento, el Palacio de Buckingham destacó que el monarca estaba agradecido con su equipo médico “por su rápida intervención”. Y que se mantiene “completamente optimista sobre su tratamiento y espera poder retomar sus deberes públicos lo antes posible”.
Además, su decisión de compartir la noticia tuvo un propósito claro: “Su Majestad ha decidido compartir su diagnóstico para evitar especulaciones. Y con la esperanza de contribuir a la comprensión pública de esta enfermedad que afecta a tantas personas en el mundo”.
Lejos de dejarse abatir, el rey ha demostrado una actitud resiliente. Durante una reciente visita a la Universidad de Ulster, mientras conversaba con pacientes con cáncer, dejó claro su espíritu de lucha al citar a Winston Churchill: “Sigue adelante”.
Luego, según reportó The Telegraph, les preguntó si habían logrado “sobrellevar bien los efectos secundarios”. Y concluyó con una reflexión sincera: “Simplemente hay que seguir adelante, ¿no?”.