Hoy más que nunca, todos hemos tenido que buscar nuevas formas de entretención, y aprender a disfrutar de espacios en casa o en familia que nos alejen de la monotonía en las que estamos sumergidos.
Jamás se me habría ocurrido sentarme a jugar. Hasta ahora, la playstation era terreno exclusivo de mis hijos, pero últimamente es un espacio compartido. Y, por qué no, a veces también un refugio de abstracción personal. Ghost of Tsushima es el último lanzamiento y en casa lo jugamos 3 de 4 (mi hija todavía es muy chica).
Un videojuego ambientado en Japón del siglo siglo XIII, donde conocemos a Jin Sakai quien es el protagonista de esta historia. Cuando comenzamos a jugar, lo primero que nos llama la atención es la posibilidad de elegir distintos modos para así darle mayor realidad a la aventura, desde elegir el idioma japonés hasta modo Kurosawa, donde la imagen deja de ser colorida, y da paso al blanco y negro tan característico del director japonés Akira Kurosawa.
Este juego está pensado en un mundo abierto, donde podemos ir eligiendo nuestras aventuras secundarias que nos permitan continuar la batalla de un modo más personal, además de las distintas tonalidades del juego hasta el clima o sentir a medida que avanzamos. Es un juego que desmitifica la experienia a un publico solo juvenil, llegando de manera muy transversal a todos.
Al estar centrado en la historia real de la invasión de los Mongoles a Japón del siglo XIII, mostrar la esencia de la cultura japonesa y la filosofía de los antiguos samurais, lo convierten en uno de los mejores juegos de este último tiempo, no solo por la profundidad de su historia, también por su calidad fotográfica, algo que realmente fascina. Los paisajes son increíblemente alucinantes, texturas, colores, sus bosques y océanos nos inspiran a situarnos en un Japón antiguo, lo que lo transforman un juego único, y cien por ciento recomendable.