Toda boda tiene cambios de último minuto, y en el caso de Lady Di, hubo una edición en sus votos matrimoniales, tras enterarse de la infidelidad de Carlos.
Las bodas de la realeza perduran en el imaginario colectivo por cumplir la fantasía de que los cuentos de princesas se cumplen. Sin embargo, el enlace de Diana con el príncipe Carlos aquel 29 de julio de 1981 terminó con esa idílica imagen.
Días antes de la ceremonia, Lady Di supo de la relación sentimental que tenía su novio con Camilla Parker Bowles. Pero Diana Spencer no se quedaría de brazos cruzados. Y es que traspasando los protocolos legales y en nombre de mantener firmes sus convicciones, modificó un sutil detalle en sus votos matrimoniales.
De acuerdo a lo revelado por The Mirror, Diana pensó en cancelar por completo la boda al darse cuenta del affaire de su prometido. Sin embargo, sus hermanas la lograron convencer de lo contrario.
Lo que hizo la novia del príncipe heredero entonces, fue hacer notar en su juramento ante el altar de un preciso detalle. Según la crónica del periódico inglés, Diana eliminó la palabra “obedecer” de sus votos matrimoniales, una palabra clave en todo discurso de novia real. Fue así como, en contra de una tradición centenaria y que habían seguido tanto la reina Isabel como la princesa Margarita y la princesa Ana, Lady Di no consideró las escrituras del Libro de Oración Común anglicano que data de 1662, el cual prescribe los votos que las parejas de la realeza deben hacer antes de comprometerse en el altar.
Dirigiéndose a Carlos, Diana solo prometió que “lo amaría, lo consolaría, lo honraría y lo protegería, en la enfermedad y en la salud”, pero sin que se viera ninguna intención de cederle obediencia. Algo que claramente se notó durante los años posteriores, cuando la llamada princesa de corazones hizo historia por transgredir varios protocolos reales.
“La decisión fue controvertida en su momento, y otras novias reales que siguieron la decisión juraron obediencia cuando se casaron con miembros de la familia real”, dice el periódico en su nota, aludiendo a Sarah Ferguson cuando se casó con el príncipe Andrés en 1986, o a Sophie Rhys-Jones cuando se casó con el príncipe Eduardo en 1999.
Diana fue sin duda un precedente, y es que sus nueras, Kate Middleton y Meghan Markle también evitaron el uso de “obedecer” cuando se casaron con los príncipes William y Harry en 2011 y 2018, respectivamente.