Si bien no es algo que le ocurra a todas las embarazadas, 1 de cada 7 mujeres sufre de náuseas en el primer trimestre. Y de acuerdo a una investigación internacional, liderada por la universidad de Cambridge, la causa sería una hormona producida por el feto. Un descubrimiento que es gran paso para prevenir y tratar dicho trastorno.
La hormona, llamada GDF15, es producida en gran cantidad por el feto, y provoca náuseas y vómitos. La investigación, publicada en la reconocida revista Nature, avanza hacia el desarrollo de fármacos que puedan prevenir o tratar el trastorno. Esto, porque las náuseas pueden causar complicaciones graves en un 1% de las gestaciones.
“Estamos más cerca de desarrollar terapias efectivas para evitar que otras madres pasen por lo que yo y muchas otras mujeres hemos pasado”, explica en un comunicado Marlena Fejzo, coautora de la investigación. “Cuando estuve embarazada, estuve tan enferma que apenas me podía mover. Cuando intenté averiguar por qué, me di cuenta de lo poco que se sabía, pese a que las náuseas durante el embarazo son muy comunes”.
Fejzo sufrió hiperémesis gravídica (HG), en palabras simples, exceso de vómito de la gestación. Un trastorno que afecta a uno de cada cien embarazos (aproximadamente debido a lo poco estudiado del trastorno). Entre las consecuencias de la HG, se encuentran la deshidratación, déficit de nutrientes y pérdida de peso. Y es la principal causa de hospitalización en el primer trimestre de embarazo. Además, en casos extremos, puede llevar incluso a la muerte del feto.
La princesa de Gales tuvo que ser hospitalizada por HG en sus tres embarazos. Y en reiteradas ocasiones se ha hablado de las complicaciones en sus embarazos, ya que se ha visto oblogada a internarse y a cancelar por completo su agenda. Algo que, visto desde el lado positivo, ha incentivado la investigación sobre el trastorno en el Reino Unido.
Por su parte, Fejzo, de la Universidad del Sur de California en Los Ángeles, demostró en una investigación anterior que el gen de la hormona GDF15 y la probabilidad de sufrir HG están relacionados. Y en esta nueva investigación, junto a la Universidad de Cambridge y otras 22 instituciones, han aportado nuevas pruebas de que la relación de esta relación causa-efecto.
Son varios órganos y tejidos los que pueden producir GDF15, algo que los científicos ya sabía. La hormona actúa en el tronco cerebral, en la región del sistema nervioso que desencadena náuseas y vómitos. Los fármacos de quimioterapia suelen causar náuseas porque elevan el nivel de GDF15. De ahí que algunos laboratorios ya se encuentren en la búsqueda de un anticuerpo que actúe en su contra. Sin embargo, hasta ahora, no los han probado en HG.
De acuerdo a la investigación, la GDF15 aumenta en el primer trimestre del embarazo y más del 99% de la hormona que circula en la sangre de la madre procede del feto.
Según los investigadores, esto depende, en primer lugar, de la cantidad de GDF15 que circula en su sangre. Si hay más hormona, se sentirá peor. Pero también depende del nivel de GDF15 que tenía antes de quedar embarazada. Es decir, mientras más bajo haya sido su nivel inicial, más probable es que no pueda tolerar el aumento derivado del embarazo.
“El feto produce la hormona a niveles a los que la madre no está acostumbrada. Esto nos indica cómo podemos prevenir el problema”, explica Stephen O’Rahilly, director de la investigación, al diario español La Vanguardia. Según el equipo de investigación, un fármaco que eleve de forma paulatina el nivel de GDF15 en los meses anteriores al embarazo podría ser una solución. Por ahora, han probado esta fórmula con éxito en ratones. Y las primeras candidatas a recibir el tratamiento preventivo serían mujeres que han sufrido HG en embarazos anteriores.
“Más de un tercio de las mujeres que experimentan HG deciden no volver a quedar embarazadas. Algunas incluso interrumpen embarazos deseados. Estoy segura de que estas mujeres estarían interesadas en una estrategia de prevención”, afirma Marlena Fejzo en un correo electrónico a La Vanguardia.
Ahora bien, en la otra vereda está la opción de un fármaco que bloquee a la hormona GDF15, lo que podría convertirse en un tratamiento para la HG al desencadenarse el trastorno. Evidentemente, tendrían las garantías suficientes de que este fármaco no dañe al feto.