Por Alejandra Cuevas *
Este mes, en Velvet abrimos una ventana, aquella que mira hacia la escena del estilo sustentable. Un concepto instalado en las nuevas conversaciones y consumo. En este debut, aquellos accesorios que del pasado viajan para reconvertirse en tendencias. Artículos de segunda mano y vintage que exhiben un lujo casi desaparecido y, también, un lenguaje sutil para quienes descifren lo que quieren decir.
Tanta belleza no podía quedar guardada, escondida o, directamente, ‘ninguneada’. hoy, el mercado de lo vintage y de segunda mano crece exponencial y sostenidamente. Desde hace poco más de una década enamora a nuevas generaciones que priorizan, cada vez más, los tesoros de segunda mano. Personas que buscan diferenciarse, apuestan por el estilo, nostalgia, calidad y, en especial, por la exclusividad. Todo inmerso en una forma más sostenible y responsable de consumir moda.
El fenómeno se ha extendido en todas direcciones. En marzo pasado, la revista Vogue organizó en Nueva York el “Vogue Vintage Market”, una venta de ropa y accesorios donados por grandes marcas y celebridades a beneficio de los damnificados por los incendios de California. Lo presentó la top model Gigi Hadid y tuvo la participación de la influencer Emma Chamberlain y la nominada al Oscar Cynthia Erivo, entre otras estrellas. ¡El evento fue un éxito rotundo! Hubo una fila que inició la noche anterior a la actividad (y que se extendió por cuadras) para poder ver o comprar piezas tan memorables como el vestido de John Galliano que Anna Wintour llevó en la Gala del MET de 1996.
Una pasión por creaciones de catálogos históricos que desde hace varias temporadas se reencuentran con los flashes en alfombras rojas. En galas, eventos, premiaciones vuelven a la luz vestidos y joyas “de archivo”; prendas de alto valor cultural de antiguas colecciones de casas de moda o diseñadores. ¿Ejemplo? En el Oscar 2025, la actriz Elle Fanning deslumbró con un collar de brillantes de Cartier diseñado en 1958.
Así, lo vintage se ha convertido en un nuevo lujo, uno al que todos podemos acceder si sabemos dónde y qué buscar.
Una de las formas más sencillas y entretenidas de aventurarse a explorar el mundo del vintage es a través de los accesorios. Desde perlas clásicas a broches extravagantes, los complementos tienen la capacidad de reinventar y elevar looks. No solo aportan un detalle especial, también tienen el poder de fusionar lo pasado con lo nuevo.
En ese espíritu, las joyas llamaron la atención de Siu Chung, creadora de Siutica (@siu.tica), cuando en 2021 decidió cambiar de rumbo y emprender en un nuevo negocio que reuniera su pasión por la moda y la historia. ¿Su visión personal en este mundo? Considera que el valor de las joyas vintage radica en lo emocional, ya que generalmente se heredan de generación en generación o también se regalan para conmemorar hitos importantes.
Siu selecciona piezas que trae desde Europa y Estados Unidos e investiga exhaustivamente la historia de cada una de ellas. Busca que estas sean una radiografía de su tiempo. Dentro de sus piezas, destacan joyas de luto de la época victoriana o broches usados por las mujeres del movimiento sufragista. Mensajes que, sin decir una palabra, quedan claros para quienes lo ven. Un lenguaje sofisticado y propio.
En otra propuesta, Sandra Contreras, de Baccarat la Tiendita Vintage (@ baccaratlatiendita), se instala todos los domingos en la Feria de Anticuarios de la Plaza Perú (Las Condes) con una increíble selección de accesorios vintage. Ella despliega todo tipo de bisutería –aros, broches y collares–, además de carteras, cinturones, sombreros, anteojos. Incluso abanicos que van desde los años 50 hasta la década de 80 y que todavía mantienen su belleza, estilo y brillo original. Asegura que sus clientas valoran, sobre todo, la historia, la excelente calidad y el estilo único de los objetos que esta coleccionista ofrece.
Este mundo se accesorios también se extiende a aquellos objetos de deseo sin discusión: las carteras. En el mundo de las vintage está Classic Vntg (@classic.vntg), que tiene una de las mejores selecciones. Hyessi Orellana es de Calama y recorre ferias de todo el norte de nuestro país seleccionando cuidadosamente bolsos que destaquen por la calidad de sus materiales, incluidos forros y herrajes. Sabe que lo antiguo y lo de segunda mano es lo apetecido entre las conocedoras y entre las que parten en esta aventura como una respuesta al fast fashion. Tiene clientas fieles que coleccionan sus carteras, en especial, aquellas bordadas o pintadas a mano.
Más que una opción, hoy se trata de una verdad. Ya no solamente el mundo de la moda y estilo es sobre lo último, aquello recién llegado o prístino. La ropa y accesorios ganan valor en lo antiguo, particular e, incluso, en su dificultad de encontrar.
Ahí te espera ese accesorio que ha capturado la estética e historia de décadas pasadas y que lejos de quedar en el olvido, vuelve a tener un lugar relevante exhibiéndose con el estilo actual y en un nuevo mundo con su calidad de único.
*Alejandra Cuevas es diseñadora, especialista en sostenibilidad, consultora y académica en las carreras de Diseño Gráfico y Diseño de Vestuario en Universidad del Desarrollo, DuocUC y Uniacc.