Revista Velvet | Recorriendo con perros: La despedida
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Recorriendo con perros: La despedida

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Recorriendo con perros: La despedida

POR Camila Santa Ana | 18 julio 2020

Es difícil escribir esta columna, ya que las integrantes eran tres, y ahora son dos.

Mi Palooza, mi vieja, adoptada hace tres años en Lolapallooza. La vi ahí, chiquitita, indefensa y me cautivó. Fue un amor inmediato y, sin pensarlo, la agarré y me la llevé. Al llevarla al veterinario, me dijeron que era una perra viejita de unos 15-17 años aproximadamente (tenía un tatuaje de esterilización), que estaba bien, pero no sabían cuánto más, un perrito en estas condiciones, iba a durar.

En mi cabeza pensé, esta perrita indefensa NO merece morir, y menos sola, así que, si me dura un mes, que sea el mejor mes de su vida. Y fue así, que estuvo tres años. Tres años dándome las mayores alegrías del mundo, enseñándome a ser paciente, a entender que los perritos viejos tienen otros tiempos, muchas necesidades y cuidados, a sentir lo que ella pedía, a entender que ella con su camita caliente, agua, comida y cariño, era la viejita más feliz del mundo.

Con emociones encontradas y gran tristeza, el 27 de mayo pasado, tuve que hacerla dormir. De a poco empecé a ver que se apagaba y que los últimos momentos estaba sufriendo, eso me partió el corazón. Mi vieja y ningún perro, merece sufrir. Estar sin ella es muy duro, me hace falta cada día. Cada segundo que pasa, necesito verla, olerla, abrazarla, decirle que es la más hermosa.

Amo haber adoptado un perrito viejo, amo que en sus últimos años fue inmensamente feliz y tranquila, sin temores ni amenazas, y amo que se fuera sin dolor, en su casa junto a nosotros. Te extrañaré siempre Palooza.

Les quiero dar dos datos que siento fueron muy útiles para hacer su despedida más llevadera.

El primero es Erica Martínez, quien fue la veterinaria que la hizo dormir. Ella es muy profesional, nos explicó cada momento del proceso y nos acompañó en ese minuto tan difícil. @ericaveterinaria

Siempre supe que a la Palooza queríamos cremarla, ya que siempre quiero que esté con nosotros. Nos aseguramos de contratar a una empresa que nos diera confianza y calidez. Fue así como llegamos a Golden Flame. Ellos la vinieron a buscar, se la llevan con mucho cuidado y delicadeza, y a los 4 días nos trajeron su ánfora de greda muy linda, con su nombre, una vela y un pequeño rezo para hacerle una ceremonia. @crematoriamascotasgoldenflame

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