Con la mirada puesta en el futuro de la monarquía británica, una pregunta vuelve a rondar: ¿podrían Michael y Carole Middleton recibir títulos reales cuando su hija, Kate, se convierta en reina consorte?
A diferencia de muchos consortes del pasado, Kate no proviene de una familia aristocrática. Sus padres se conocieron en los años 80, mientras trabajaban en British Airways, Carole como azafata y Michael como despachador de vuelo.
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Y más tarde fundaron Party Pieces, una empresa de artículos para fiestas que financió la educación privada de sus tres hijos. Cuando Kate ingresó a la Universidad de St. Andrews y conoció al príncipe William, toda la familia Middleton fue catapultada a la esfera pública.
Desde el matrimonio de los príncipes de Gales en 2011, los Middleton han estado presentes en momentos clave de la realeza, como la coronación del rey Carlos III en 2023, además de eventos anuales como los veranos en Balmoral o el Royal Ascot. Sin embargo, pese a su cercanía con la familia real, todo indica que no hay títulos en el horizonte.
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Los títulos nobiliarios, por norma, se otorgan a quienes nacen o se casan dentro de la familia real. Y si bien existen precedentes de títulos otorgados por el monarca en ejercicio, la historia no favorece a las familias de las reinas consortes.
El caso de la reina Camilla es ilustrativo: aunque sus padres ya han fallecido, ninguno de sus hijos posee títulos reales. Y su hermana, Annabel Elliot, solo tuvo un rol ceremonial como una de las damas de compañía durante la coronación. Según la BBC, Elliot no forma parte de las “acompañantes” oficiales, un título moderno que Camilla introdujo en reemplazo del tradicional “lady-in-waiting”.
En ese contexto, se abre una posibilidad simbólica más que protocolar: que Kate designe a su madre o hermana como sus futuras “acompañantes”. Sin embargo, este rol no conlleva título ni jerarquía, y se enmarca más en lo afectivo que en lo institucional.
