El sábado por la noche, en medio de la euforia de Wrestlepalooza 2025, una chilena escribió su nombre en la historia del deporte espectáculo más grande del mundo. Stephanie Vaquer, derrotó a la japonesa Iyo Sky y se coronó campeona mundial femenina de la WWE. Con ello, se convirtió en la primera mujer latinoamericana en alcanzar un título de esta magnitud.
Más que una victoria personal, fue un golpe simbólico para toda una región que vio en su hazaña la materialización de un sueño colectivo. “They call us dreamers, but we’re the ones who don’t sleep”, escribió en redes sociales. Y luego, en español, lo dejó aún más claro: “Nos llaman soñadores, pero somos nosotros los que no dormimos”.
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Más allá de este histórico triunfo, Stephanie Vaquer tiene un recorrido que explica por qué su nombre hoy resuena en todo el mundo. Nació en San Fernando, en la Región de O’Higgins. Y desde muy joven se interesó por la lucha libre, lo que la llevó a entrenar en circuitos locales antes de dar el salto al extranjero.
Tras consolidar una carrera en México, donde se transformó en figura de la Lucha Libre AAA, firmó con WWE, convirtiéndose en la primera chilena en unirse a la compañía. Su trayectoria refleja años de disciplina, viajes y sacrificios que hoy la posicionan como referente indiscutido de la lucha libre latinoamericana.
“Soñé con esto toda mi vida. Hoy me convierto en campeona mundial de WWE, la primera mujer latinoamericana en lograrlo”, declaró con emoción. Su voz, quebrada por la sorpresa, se iluminó aún más cuando en una entrevista para WWE Español se enteró de la magnitud de su logro. “No sabía eso. Me acabo de enterar. La primera latinoamericana… No lo puedo describir. Estoy demasiado contenta. Este es mi sueño”.
La emoción no era solo suya. En el recinto, entre gritos, luces y ovaciones, estaba su padre. Orgulloso, resumió el sentimiento familiar en palabras sencillas pero poderosas: “Un orgullo tremendo. Todavía estoy en las nubes. Que lo disfrute, felicitaciones no más, la amo mucho”. Vaquer, con lágrimas en los ojos, lo llamó su “fan número uno”.
El cinturón sobre sus hombros no es solo un trofeo: es una promesa. Cuando le preguntaron por lo que viene, respondió con la misma valentía con la que sube al cuadrilátero. “Todo, todo. Yo soy muy valiente y la gente lo sabe. Voy a defender este cinturón con cualquiera que quiera luchar conmigo“.
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En un escenario donde la WWE concentra audiencias millonarias en todo el mundo, el triunfo de Stephanie Vaquer trasciende lo personal. Su victoria no solo la posiciona como una de las grandes figuras actuales del wrestling, sino que también representa un hito histórico para Chile y para toda Latinoamérica: por primera vez, una mujer de la región alcanza el cinturón mundial femenino, abriendo camino y marcando un precedente en la industria del entretenimiento deportivo.
