Marti es modelo, tiene 19 años y actualmente se cursa segundo año de Diseño de Vestuario. Por estos días, llamó la atención luego de aparecer junto a Tonka Tomicic en una “clase privada” de pasarela, y es que la joven es candidata a Miss Universo Chile. ¿Qué más sabemos de Martina Kriskovich? Ella misma nos cuenta.
Alrededor de los 15 o 16 años llegó al modelaje, mundo que hoy compatibiliza con sus estudios y vida personal. En su tiempo libre le gusta hacer deporte y compartir con su familia, tiene dos perros, dos loros y un hámster de mascotas, es de signo sagitario y actualmente pololea. Martina viene de una familia de hermanos y hermanastros, con edades que van desde los 35 a los 12 años. “Hay de todas las etapas, hay muchos temas y juegos que se pueden hacer entre todos, es muy entretenido tener esas diferencias de edades”, afirma.
“Yo postulé en enero por el formulario oficial. Tenía cero expectativas y dije ¡que se lo que Dios quiera! Y hace dos semanas me llega un mail dándome las indicaciones del casting oficial. Yo quedé impactada porque no me lo esperaba”, cuenta. Por lo mismo, ahora tiene el pase para participar de Miss Universo Chile, una vez se cierren todos los castings.
Si bien toda su familia la apoyan, su padre ha sido el gran “hincha” si de pasarelas hablamos. “Él desde muy chica me ha apoyado con el modelaje y siempre me acompaña a todos los castings. De hecho, él me acompañó al de Miss Universo Chile”, afirma.
A pesar de lo que se ha mal dicho en redes sociales, no hay parentesco entre ellas. “Fue todo muy improvisado”, confiesa Martina. Ella no le había contado a mucha gente sobre su postulación y un amigo fotógrafo, @Ozcar, le preguntó y, muy emocionado, le ofreció su ayuda en lo que necesitara. Fue así como se presentó en la casa de Martina con Tonka Tomicic. Quien tras escuchar la historia de la joven postulante quiso conocerla. “Yo le recuerdo mucho a ella cuando ella se postuló a Miss Chile”, revela. Y agrega, entonces “de la nada Os me dice ‘Marti voy a tu casa con Tonka’ y yo no podía creerlo. ‘Onda, Tonka va a venir a mi casa'”.
Sobre los consejos que le dio Tonka, Martina nos contó que fueron sobre todo en cuanto a la seguridad. “Estar segura de mi misma, darme la confianza de que lo puedo logrer y que todo con esfuerzo y práctica se puede lograr”, cuenta Marti. “Me dio unos tips para que no me pusiera nerviosa, porque yo estaba super nerviosa. También me dio unos tips para caminar. Pero super simpática, no tenía por qué ayudarme y lo hizo igual, y eso se aprecia mucho. Quedé fascinada con ella, es una muy buena persona y se nota que le gusta ayudar a la gente”, sostiene.
Es la primera vez que Martina se postula a algo así, por lo que controlar los nervios ha sido lo más difícil hasta ahora. Sin embargo, se ha encontrado con un ambiente muy agradable y eso le ha ayudado bastante. “El ambiente es muy sano, todas se apoyan entre todas. Es muy cómodo y te motiva a seguir con todas ellas”, afirma Martina.
Marti está convencida de que nada es imposible y una experiencia cercana a la muerte se lo demostró, así como también le dio una segunda oportunidad de vivir. Por lo mismo, la sagitariana da su punto de vista sobre la vida y asegura que todo se resuelve en base al amor. “Más que nada busco inspirar a la gente y hacerles saber que uno puede salir adelante y ser mejor persona, incluso cuando uno cree que todo es negro”, sostiene.
Hace dos años, la modelo sufrió un grave accidente. “Choqué con una lancha. Yo estaba en estos inflables acuáticos y por temas de mal cálculo entre la moto de agua, la cuerda y el inflable, choqué en una curva y me fui con mi propio cuerpo contra la lancha. Fue una recuperación muy lenta y estuve muy grave. Pero aquí estoy y gracias a eso soy lo que soy hoy y lo que pienso”, relata.
Su madre la sacó del agua sin signos vitales y los médicos no daban muchas esperanzas. Sin embargo, aquí está Martina. “Los médicos hacen su trabajo y los remedios también, pero hay un punto en que nada de lo que se puede comprar te sirve. Entonces, no queda nada más que el amor. Para muchos puede sonar tonto, pero entregar cariño, preocupación y amor, sí te sana y aporta”, concluye.
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