La pluma que está detrás de Spare, las memorias del príncipe Harry, es la de un escritor con mucho oficio detrás, que ya se ha encargado en el pasado de redactar otras biografías por encargo, entre ellas la del tenista André Agassi.
Pero John Joseph Moehringer (o J.R. Moehringer por su nombre literario) no se ha especializado únicamente en autobiografías ajenas. También ublicó un libro basado en su infancia con cierto éxito, The Tender Bar, una adaptación llevada al cine y dirigida por George Clooney. Además, tiene una exitosa carrera de periodista que comenzó en The New York Times pero se desarrolló principalmente en Los Angeles Times.
En el año 2000, ganó el Pulitzer en la categoría de Escritura de reportajes por un artículo en Los Angeles Timesque relata la vida de una mujer descendiente de una familia de esclavos.
Nacido en 1964 en Nueva York, creció en el norte del estado del mismo nombre, en Manhasset. J.R. Moehringer era el hijo único de una madre soltera que lo educó con mano de hierro. En una entrevista con la National Public Radio, contaba que su madre le prohibía escuchar la radio cuando aparecía el programa de un popular DJ. Aquel DJ era su padre, Johnny Michaels, una pequeña leyenda local en la emisora que descubrió a los jóvenes de aquella generación The Beatles, Stevie Wonder o Van Morrison. Y como su madre lo detestaba, hizo lo que pudo para que J.R. tuviera algún tipo de influencia masculina en su vida.
Comenzó entonces el adolescente, por consejo materno, a frecuentar el bar donde su tío y sus amigos se reunían con frecuencia, y que resultaron ser su escuela de vida. En aquel bar -que retrata la novela The Tender Bar-, J.R. descubrió el mundo de la camaradería masculina, el omnipresente sexo, la fidelidad o la traición, según contó en aquella entrevista.
Muchos años después, cuando logró una beca para estudiar escritura en la Universidad de Yale, el joven J.R. comprendió la distancia que lo separaba, social e intelectualmente, de los demás alumnos y sobre todo alumnas. No solo porque sus ideas sobre el hombre y la mujer no tenían cabida en aquella universidad elitista, sino porque “apenas podía pagar los libros”.
En una ocasión, su madre canceló su suscripción a la revista People para poder mandarle dinero. Finalmente, el escritor pudo conocer a su padre y, pese al temor con que llegó a su reunión, el hombre no lo decepcionó. Era un cúmulo de historias, que contaba con un don especial porque sabía modular muy bien la voz luego de una vida en la radio.
La primera conexión con el padre ausente durante toda su infancia resultó más fácil de lo que parecía. Pero el hombre tenía problemas crónicos de alcoholismo y con tendencias autodestructivas que hizo su relación cada vez más difícil.
Un día, cuando el escritor ya era adulto, recibió en su oficina del periódico una caja enorme donde aparecieron 20 regalos, 20 pequeños juguetes de un dólar con etiquetas que decían “8 cumpleaños”, “Navidad de los 14”. Es decir, la colección de regalos que el padre no le había podido dar. El hijo lo contó no como un recuerdo entrañable, sino como la demostración de lo que el hombre nunca pudo llegar a darle.
No le faltan méritos a J.R. Moehringer para convertirse en contador de historias, una vez que contó la propia en The Tender Bar, con película incluida, vino la del ex tenista André Agassi, que le encargó en 2009 su autobiografía: Open. An Autobiography y así comenzó una fructífera carrera de lo que en inglés se llama “escritor fantasma” o escritor por encargo. En 2016, el multimillonario Phil Knight, artífice del éxito de la marca Nike, le encargó su autobiografía, y unos años ante hizo la biografía del ladrón de bancos Wille Sutton, publicada en 2012. Con todo, es improbable que ninguna de sus obras anteriores consiga lograr el impacto que en solo unos días ha obtenido el relato de la vida del príncipe Harry, convertido en portada de noticieros y periódicos casi diariamente desde comienzos de año.