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Durante los últimos días, la marca francesa Sézane, se ha visto envuelta por una polémica luego de que se difundieran imágenes de una sesión de fotos en México, donde se les acusa por explotar la imagen de mujeres indígenas en Oaxaca.
Esto, debido a que el equipo de la firma, utilizó a una mujer indígena zapoteca de la tercera edad para sus fotos. Con un suéter verde de la marca, le pidieron que posara en el set montado en medio de la ciudad. Lo que muchos catalogaron como una falta de respeto.
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Además, a esto se suma el hecho de que le pagaron solo 200 pesos mexicanos (10 dólares) por haber posado para la campaña, e incluso bailar. Un monto bastante reducido teniendo en consideración los ingresos de la marca, y el valor de sus prendas, que bordean sobre los 150 dólares.
Así, quienes presenciaron esta escena decidieron realizar una denuncia que llegó Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) de México, institución que ya emitió una respuesta condenando los actos de la marca francesa.
«El INPI hace un enérgico llamado a las marcas y empresas privadas, a que cesen de explotar a los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas como capital cultural, pues no son objetos de indumentaria, sino sujetos de derecho público poseedores de un vasto patrimonio cultural y conocimientos tradicionales», señaló la organización.
#COMUNICADO | 🗞️📰
INPI condena enérgicamente el uso y explotación de la imagen de personas indígenas por parte de la marca Sezane.
➡️https://t.co/QLMHvBqb0A @DEELAYUUK @GobiernoMX pic.twitter.com/w68JW0lzKT
— INPI (@INPImx) January 10, 2022
Ahora, la fundadora de la marca, Morgan Sezalory, aseguró que las fotografías no serán utilizadas. Pero aquella solución no fue suficiente. Ya que incluso antes de que tomaran la foto, los locales pidieron al equipo de la marca parisina que no se metieran con la gente.
«A Sezane no le importó y con un diseño propio vistió a la señora del video y le hicieron bailar ofreciendo 200 pesos mexicanos», denunció Manuela Cortés, desde la cuenta Lienzos extraordinarios en Instagram. Cortés fue una de las primeras en denunciar, y a partir de su comentario personas en todo el mundo se unieron a la protesta.
Manuela, quien hace años se dedica a divulgar la indumentaria tradicional mexicana, condenó por completo los actos de la firma francesa, señalando que, si bien no pueden plagiar los patrones y diseños de los pueblos originarios, usaban a las personas de los pueblos «como capital cultural», tratándolas como «una vitrina de donde se puede escoger y tomar».
Luego de todo lo sucedido, Cortés compartió que Sezalory le había hablado por privado, y no se ve arrepentimiento en sus palabras. Señaló que lo había hecho todo desde el fondo de su corazón y que la invitaba a Paris para demostrarle que su corazón «es su única guía».
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Mientras que la respuesta de la mexicana fue de inmediata defensa hacia su cultura, e indignación por la forma en que la habían pasado a llevar. Señalando que no necesitaban ningún programa de caridad, como mencionó la fundadora.
«Aquí no se necesita un charity program. Se necesita que se pague el uso de las locaciones como la locación se lo merece. Se necesita que se pague a los participantes de la campaña con los mismos sueldos que cualquier modelo. Se necesita que se apeguen a las medidas sanitarias del lugar que visitan. Pero sobre todo, se necesita que dejes de extraer el capital cultural como si fuera cualquier cosa».
