Las personas altamente sensibles (PAS) constituyen un 20% de la población. Y se refiere aquellos que poseen un sistema nervioso muy reactivo a estímulos internos y externos. Lo que, en la práctica, los lleva a experimentar el mundo de una manera más intensa y profunda. Algo que puede traer consigo desafíos y ventajas.
El término fue acuñado por la psicóloga Elaine Aron, quien lo define como “un subconjunto de la población que tiene un alto rasgo de personalidad conocido como sensibilidad al procesamiento sensorial”. Por lo tanto, muestran una mayor sensibilidad emocional, una reacción más fuerte ante estímulos externos e internos (dolor, hambre, luz y ruido) y una vida interior algo más compleja.
Los expertos coinciden en que las PAS suelen sentirse más perturbadas que otros por la violencia, la tensión o la sensación de estar abrumadas. Y esto los puede llevar a evitar situaciones en las que se vean expuestos a ese tipo de experiencias.
Ahora bien, esta particular sensibilidad sensorial, le otorga a las PAS una habilidad especial a la hora de empatizar con los demás. Y si bien su comportamiento más introspectivo y analítico no tiene nada de malo, sí puede generarles estrés al no ser capaces de digerir la información como ellos quisieran.
En el extremo positivo, se cree que esta sensibilidad está relacionada con una alta creatividad, relaciones personales más profundas y un mayor aprecio por la belleza en todos los ámbitos de la vida. Esto, porque pasan mucho tiempo pensando y reflexionando.
Para detectar si eres una PAS se requiere un test psicológico. Pero, hay ciertos síntomas habituales y sencillos que pueden dar un indicio de ello. Por ejemplo, sentirse abrumado en lugares con mucha gente o ruido, o el hecho de necesitar tiempo a solas para recargar energías luego de socializar.
Otro síntoma es el ser muy consciente de pequeños detalles del entorno, reaccionar de sobremanera frente a la crítica y evitar situaciones que incluyan violencia, o películas de terror, debido al impacto emocional que puedan tener.
Para manejar esta alta sensibilidad, se vuelve indispensable crear un entorno calmado, establecer límites para controlar la energía social y practicar técnicas de relajación como la meditación y el yoga. A su vez, los expertos recomiendan buscar apoyo en otras PAS o en un terapeuta.
Por su parte, aceptar y entender esa sensibilidad también ayuda a manejar mejor las situaciones que les provocan estrés y a aprovechar al máximo sus cualidades únicas.
Finalmente, los expertos resaltan el hecho de que darse cuenta de que se es persona altamente sensible no es motivo de alarma, ya que no se trata de una enfermedad. Y destacan que lo más importante es conocerse y entender el significado de PAS.