En el anuncio de la princesa de Gales sobre su cáncer, también reveló que está recibiendo un tratamiento de quimioterapia preventiva y aquí respondemos a algunas preguntas.
Tras publicar su video, y poner fin a los rumores sobre su ausencia, Kate Middleton es una de las millones de personas que son diagnosticadas de cáncer cada año. Y a sus 42 años, ha comenzado a recibir quimioterapia preventiva para combatir el cáncer aún no especificado.
Según sus propias palabras, la operación realizada en la London Clinic, fue un éxito. Y luego de pasar trece noches en el hospital, abandonó la clínica el 29 de enero. “Sin embargo, las pruebas realizadas tras la operación revelaron la presencia de cáncer”, declaró en el video. Eso sí, Kensington ha asegurado que no compartirá más detalles.
Ahora bien, tampoco se han revelado los detalles de las pruebas. Aunque se supone una biopsia, procedimiento médico que consiste en tomar una pequeña muestra para examinarla al microscopio y determinar si existen células anormales. Y este resultado lo habrían conocido recién en el mes de febrero. Más específicamente, en la misa en honor al padrino del príncipe William, el rey Constantino, de ahí su ausencia.
Por su parte, Carlos III ha dicho que los dos últimos meses han sido “increíblemente duros” para Kate y su familia, sin embargo, aseguró que estaba de buen ánimo y centrada en recuperarse. “Estoy bien y me hago más fuerte cada día centrándome en las cosas que me ayudarán a curarme: en mi mente, mi cuerpo y mi espíritu”, comentó la princesa en el video. Agregando, que quería volver a su trabajo, pero que, por ahora, debe “centrarse en recuperarse por completo”.
El tratamiento consiste en la administración de quimioterapia posterior a la extirpación del tumor, destinada a evitar su reaparición.
El objetivo de esta terapia es reducir el riesgo de que el cáncer original reaparezca y se extienda. Algo que puede ocurrir tras una intervención quirúrgica cuando quedan células cancerosas demasiado pequeñas para ser detectadas.
Ahora bien, el riesgo de que el cáncer vuelva suele ser menor si el cáncer se detecta en una fase temprana, es decir, antes de que haya tenido oportunidad de extenderse. Pero si la enfermedad se detecta en una fase avanzada o cuando ya se ha extendido a los ganglios linfáticos cercanos, el riesgo aumenta considerablemente.
En un artículo publicado en The Conversation, el experto Ian Olver, profesor adjunto en la Escuela de Sicología en Facultad de Ciencias Médicas y de la Salud (Universidad de Adelaida), explica que si un cáncer está localizado e una parte determinada del cuerpo y no hay indicios de que se haya extendido a otras zonas, los tratamientos localizados como la cirugía o la radioterapia pueden eliminar el tumor.
Un ciclo típico de quimioterapia preventiva puede durar entre tres a seis meses, según el tipo y el estado del cáncer, lo que se determina examinando el cáncer extirpado. En ocasiones, se administran ciclos de quimioterapia preventiva durante varios años.
Como suele ocurrir con esta enfermedad, todo depende del tipo de cáncer y de la quimioterapia. Es muy eficaz en el cáncer de mama, intestino y pulmón, pero también se utiliza en otros estadios de la enfermedad. Por ejemplo, después de la cirugía para el cáncer de ovario epitelial, la forma más común de cáncer de ovario, debido al riesgo de reaparición. Por lo tanto, los médicos deciden si esta terapia puede ayudar según el tipo de cáncer, el grado de este y otras características del tumor.
Ahora bien, se debe tener en cuento que no hay quimioterapia que no genere algún daño. Y los efectos secundarios dependen de los fármacos que se usen, sin embargo, los pacientes pueden experimentar cansancio, náuseas, vómitos, diarrea, un mayor riesgo de contraer infecciones y pérdida de apetito.
Los efectos secundarios se deben a que el tratamiento afecta a las células cancerosas, pero también a las células que se dividen rápidamente, como el pelo, la médula ósea, la piel y el revestimiento del aparato digestivo. Sin embargo, aquel daño a tejidos sanos suele ser temporal y los efectos secundarios desaparecen cuando se termina el tratamiento.
Además, las pruebas dicen que las personas más jóvenes suelen tolerar mejor la quimioterapia y sufren menos efectos secundarios debido a sus mayores reservas funcionales y a la capacidad de sus tejidos jóvenes para curarse rápidamente. Por lo mismo, las personas más jóvenes pueden recibir dosis más altas de fármacos, y así aumentar las probabilidades de eliminar las células cancerosas.
La quimioterapia preventiva administrada después de la cirugía se aplica cuando no hay indicios de que quede cáncer tras la cirugía. Y los pacientes suelen volver a sus actividades a pocas semanas de finalizar los ciclos de quimio.