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Con el acostumbrado bajo perfil de un irlandés, Barry Keoghan silente, pero persistente se ha hecho un camino dentro de la industria del cine. Un bajo perfil a tal punto, que el protagonista de “Saltburn” estuvo a punto de morir por una rara infección, y no nos enteramos.
El Sacrificio del Ciervo Sagrado, el oscuro thriller que protagonizó junto a Nicole Kidman y Colin Farrell, fue donde primero nos llamó la atención. Luego lo vimos también con Colin Farrell en la oscarizada Los Espíritus de la Isla, el año pasado. Mucho años antes, para los con mejor memoria, lo conocimos en Dunkirk de Christopher Nolan. Pero hoy, con el fenómeno que ha despertado Saltburn, nadie más lo va a olvidar.
Un rostro más para una generación de actores jóvenes que invade Hollywood, y que junto a Jacob Elordi, protagonizan este polémico filme que despierta fascinación y controversia por partes iguales y que se puede ver en Prime Video. Una racha de buena fortuna que esta estrella en ascenso está viviendo pero que pudo no contar debido a una experiencia cercana a la muerte que tuvo que enfrentar.
En conversación con la revista GQ, Barry Keoghan contó que casi le amputaron el brazo, o le pasa algo peor, debido a una peligrosa infección. El actor de Saltburn explicó el origen de una gran cicatriz que tiene en su brazo, señalando que fue producto de una fascitis necrosante, más conocida como gangrena de hospital, una infección aguda que se extiende por la piel, provocando necrosis. De hecho, afirma que estuvo cerca de perder el brazo, y que los doctores llegaron incluso a considerar la amputación para salvar su vida.
“Pero no voy a morir, ¿cierto?”, recordó Barry Keoghan sobre lo que le preguntó a los doctores, quienes le respondieron, “bueno, no lo sabemos”. El director nominado al Oscar, Martin McDonagh, con quien trabajó en Los Espíritus de la Isla, fue a visitarlo al hospital poco antes de grabar la película. “No sé si estaba tomando medicamentos, pero pareció ignorarlo. Nos faltaban como cuatro días para grabar y su brazo estaba hinchado. Pero me dijo, “no, voy a estar bien. Nos vemos el martes”, recuerda McDonagh sobre la reacción de Barry Keoghan.
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A través de un monitor el director le dijo “recuerda esto cuando seas nominado a un Oscar”. Dicho y hecho, Keoghan fue nominado a su primer Oscar por su trabajo en Los Espíritus de la Isla, que comenzó a filmar poco después de su recuperación. Y aunque no se llevó el premio, terminó convirtiéndose en una de las películas más importantes de su carrera. Todo antes del verdadero fenómeno cultural en el que se ha convertido Saltburn.
