Sin lugar a dudas, los príncipes de Gales han sido protagonistas en la Coronación del rey Carlos III. Tanto el príncipe William como George tuvieron roles clave en la ceremonia, y Louis se encargó de darle su ya clásico toque personal.
El príncipe George fue el primero de los miembros de la monarquía en hacer notar su importante papel como paje de honor de su abuelo, el rey Carlos III. El primogénito de Kate y Guillermo descendió de la carroza del soberano junto a los demás pajes, usando una chaqueta roja. Junto a él, lo acompañaron niños amigos de la familia: Nicholas Barclay, Ralph Tollemache y Oliver Cholmondeley. Este último, hijo de la supuesta “amante” del príncipe William, cuyos padres se encuentran hoy divorciados.
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Por su parte, William fue el encargado de homenaje a la sangre real, un juramento de fidelidad al Rey. Si bien fueron pocas palabras, es un mensaje lleno de significado. El príncipe de Gales frente a su padre, Carlos III, recitó: “Yo, William, Príncipe de Gales, te juro mi lealtad y la fe y la verdad que te guardaré, como tu vasallo de vida y muerte. Con la ayuda de Dios”.
Un momento muy especial también, porque fue el mismo rito que protagonizó el duque de Edimburgo en 1953 en la coronación de la reina Isabel II. En ese entonces el príncipe Felipe juró a la soberana ser también su “servidor en la tierra”, un pasaje eliminado en el juramento de William al rey Carlos III, debido a los tiempos que se viven hoy.
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Por último, pero no menos importante, el príncipe Louis hizo de las suyas y una vez más nos dio algunas caras durante la ceremonia. El pequeño de la familia se robó las miradas una vez más y con sus cinco años, y uno que otro bostezo, ya se ha coronado como el protagonista de la foto más viral de la coronación de su abuelo.
Es más, el medio The Guardian publicó la imagen y escribió: “Me imagino que esta foto acabará dando la vuelta a las redes sociales y aparecerá en muchos souvenirs mañana, cuando el príncipe Luis dé su veredicto sobre la espera para entrar antes en la abadía”. El hermano menor de George y Charlotte hizo varios gestos durante la ceremonia, pero se le vio muy feliz saludando a los asistentes fuera de la Abadía.