Beef es la nueva serie de Netflix, y tal es el fenómeno que está produciendo que ya logró meterse en los primeros lugares dentro de la plataforma de streaming. La serie tomó una gran popularidad gracias a su trama y al humor que cruza su trama y que marca la identidad de sus personajes.

Beef se inicia con un ataque de rabia descontrolada entre los protagonistas dentro de un estacionamiento. Los protagonistas, Amy Lau y Danny Cho se enfrentan al comienzo y este hecho los marca y hace que a lo largo de la historia sucedan más situaciones dramáticas entre ambos. entre ellos. Sin duda, esta primera escena marca de inmediato un punto de inflexión y de atención ante la audiencia, por la manera cómo se genera el conflicto entre ellos.

Lee Sung Jin, es el creador de esta serie convertida en fenómeno, y cuenta que su inspiración la tuvo a partir de una experiencia manejando su auto, cuando decide seguir a una persona después de tocarle la bocina. “Estaba camino a mi casa y esta persona estaba adelante mío. Si en algún momento nuestras direcciones eran distintas no la hubiese seguido, pero resultó que durante muchos kilómetros íbamos en la misma dirección”, cuenta la mente detrás de Beef.

Este típico momento, a todas luces cotidiano, fue la experiencia que marcó a Lee Sung Jin para crear esta historia. Luego existen varios detalles que a simple vista no con perceptibles pero que van haciendo ruido en los espectadores. Uno de esas particularidades y quizás mucha gente no se detuvo, fue el hecho de que los autos de los personajes tienen un significado.

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Por una parte Amy maneja un Mercedes Benz blanco, lo que representa un claro “éxito” para ella. En el lado opuesto está Danny, quien maneja una camioneta Toyota Tacoma, un vehículo mucho más simple, lo que representa su situación de contratista. Detalles que hablan mucho de los protagonistas, de lo que quiere provocar la serie y el mensaje intrínseco en ella. Con un humor contagioso y situaciones delirantes. Nuevamente, la magia de oriente se impone.