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Reconozcamos que el dinero y el poder nos genera un morbo y una fascinación indescifrables sobre todo en las series de televisión. Lo sabemos desde Dinastía durante los 80’s, lo supimos con Gossip Girl en los 2000 y lo hemos vivenciado en los últimos años con Succession y el año pasado con esa sorpresa de HBO llamada The White Lotus. Y mientras esperamos nuevas temporadas de esas dos últimas mencionadas, no hay otro que HBO Max para traernos un nuevo pastelito de intrigas en las altas esferas de poder.
Y es que al igual como ocurre con los Roy en Succession, los protagonistas de Industry son de esa gente que es altamente probable que no nos caigan muy bien. Arrogantes, ambiciosos, jóvenes y guapos, este grupo es una representación capitalista de la generación Z y millennial. Tan cool como podrías imaginarlo pero con un fondo de decadencia en el que el dinero prima por encima de todo.
Ataques de ira, arranques de juventud, sexo y drogas, se convierten en la válvula de escape que convierten a este drama en una olla a presión que parece mezclar Euphoria, con Succession con pedazos de Grey’s Anatomy y un poco de Billions.
Se acaba de estrenar su segunda temporada y es de esas series que es posible que te hayan pasado desapercibidas pero que cuando la descubras, no podrás dejar de verla. Esta serie de la televisión británica, fue creada por Mickey Down y Konrad Kay, y tuvo a Lena Dunham como directora del episodio piloto, donde muestra el despiadado mundo de las finanzas internacionales.
Los protagonistas, recién salidos de la universidad, compiten para hacerse con un puesto en Pierpoint & Co, uno de los bancos de inversión más importantes de Londres, cueste lo que cueste. La presión extrema y el ego mueven la historia en la que se mezclan no solo las relaciones laborales de los protagonistas, sino también sus relaciones personales. Una historia sobre los límites, una reflexión sobre el mundo de las finanzas y un retrato de ambición desmedida en el que es fácil caer rendido.
