¿Cuántas veces te ha pasado que se te “pega” una canción y piensas ‘¡qué hago para sacármela de la cabeza!’? La ciencia identifica esto como gusanos musicales y revelen cómo deshacerse de ellos.
Si eres usuario de TikTok puede que te resuene la canción viral que dice “oh no, oh no, oh no no no no”. Y lo más probable es que una vez que la escuches, sigas repitiéndola durante un par de horas. Es como si un gusano se hubiera metido en mi oído y no dejara de cantar. Por lo mismo, la ciencia lo ha definido como “gusano musical”; o earworm, en inglés, que es un calco del alemán Ohrwurm.
Le llaman “gusanos musicales” a esas canciones o melodías que se nos quedan “pegadas”. Y estas son recuerdos involuntarios, provocados por un pensamiento, un estado de ánimo o un estímulo externo, por ejemplo, tu camino diario al trabajo. Y una de las cosas más características que tienen es que no los eliges, simplemente ocurren. Los científicos los llaman “imagen musical involuntaria” (INMI, sus siglas en inglés).
Ahora, de acuerdo a los expertos también puede ocurrir si escuchas una canción repetidamente, incluso si no estás haciendo nada. Ni siquiera necesitas entender la letra, se puede “pegar” una canción de cualquier idioma.
La ciencia explica que cuando no estás resolviendo problemas o tomando decisiones activamente, tu cerebro cambia a un modo automático. Y en este modo es que comienza a conectar ideas, fantasear y procesar recuerdos o, simplemente, reproduce una canción pegajosa.
Entonces, ¿por qué esa canción se queda en tu cabeza? La respuesta está en las emociones.
“O la amamos y cantamos con ella, o la odiamos e intentamos que se vaya. Pero, en ambos casos, terminamos manteniéndola en la mente”, explica a DW Philip Beaman, profesor de Psicología Experimental en la Universidad de Reading, Reino Unido. Es más, de acuerdo a Beaman, la mayoría de las personas suelen disfrutar de las canciones que se les “pegan”.
Durante el día recordamos y pensamos en muchas cosas. Sin embargo, logras descartar la mayoría de esos pensamientos una vez que han terminado. Y piensas: “Tengo sed”, tomas agua y el pensamiento se va. Pero esto no ocurre con las canciones.
“Si piensas en una canción, esta se desarrolla con el tiempo”, explica Beaman a DW. Un “gusano musical” suena en tu mente como una secuencia, no es una imagen fija como una fotografía. Entonces, cuando recuerdas una canción, es como si la reprodujeras en tu cerebro, y se activa tu corteza auditiva donde se procesan los sonidos.
Ahora, lo que se nos queda “pegado” de las canciones suelen ser frases cortas o pequeños fragmentos, algunas palabras del coro o una parte pegajosa de la melodía. Un ejemplo claro, la introducción en “Danza Kuduro” de Don Omar y Lucenzo.
¿Por qué solo recordamos una parte? Esto es porque nuestros cerebros tienden a dividir la información en fragmentos cortos para recordarla mejor. Pero también, porque el cerebro solo puede retener unos pocos segundos de información a la vez.
Por su parte, si queremos recordar cosas largas, usamos el inicio y el final de cada fragmento como señal para la siguiente. Pero si no sabes qué viene después, tu cerebro repite lo mismo una y otra vez.
Son canciones simples y repetitivas las que suelen quedar “pegadas”. “Las canciones más populares tienden a ser más rápidas y tienen patrones melódicos inusuales en relación con cómo suben y bajan”, explica a DW Michelle Ulor, psicóloga musical e investigadora independiente.
Eejemplo de esto son “Bad Romance” de Lady Gaga y “Can’t Get You Out of My Head” de Kylie Minogue siguen dando vueltas en la mente de muchos.
Ambas canciones tienen partes vocales sin letra, como “Rara-ooh-la-la-ah” (Bad Romance) y “La-la-la-la-la-la-la-la” (Can’t Get You Out of My Head). Lo que resulta fácil de recordar y no tiene límites de idioma.
Los expertos coinciden en que debes distraerte con algo más que capture tu atención. Esto es trabajo, ver un programa de televisión o escuchar otra canción. Masticar chicle también ha demostrado funcionar para algunas personas.
Escuchar la canción también puede de cierta forma “completar” el ciclo para que te cerebro pase a otra cosa.