Si bien no es común despertar con dolores de cabeza, hay personas a las que les ocurre con frecuencia. Y los expertos coinciden en que las causas pueden ser diversas.
Una de las más comunes es la cafeína, o bien, la falta de ella. Los expertos aclara que, en ciertas ocasiones, aquel dolor matutino se debe al haberse ido a dormir tarde y retrasar la hora en que se toma el café por la mañana. En este caso, es fácil saber si es la razón del malestar. Si se toma café y el dolor desaparece, he ahí la respuesta.
Según un artículo de The New York Times, las personas que sufren dolores de cabeza por la falta de cafeína, solo responden a esta causa si toman a diario más de 200 miligramos de cafeína, algo así como dos o tres tazas de 230 ml de café preparado. Y para disminuir esos dolores, la sugerencia de los expertos es precisamente comenzar a disminuir las cantidades por día, lo que puede tomar algunas semanas en hacer efecto.
Otra causa común es la apnea del sueño. La que se suele asociar con los ronquidos y el despertarse frecuentemente. Una vez diagnosticada, se debe seguir el tratamiento indicado y los dolores de cabeza deberían desaparecer.
Rechinar los dientes también puede causar dolores de cabeza matutinos. Y en este caso, los protectores bucales pueden prevenirlos.
El uso excesivo de ciertos medicamentos también puede ser una razón poderosa. Esto se refiere a llevar, por ejemplo, 15 o más días de analgésicos como aspirina o paracetamol, así como también, medicamentos antiinflamatorios no esteroideos como ibuprofeno. O bien, analgésicos recetados como opiáceos o triptanes durante diez días o más. En estos casos, la manera de prevenir es reducir los medicamentos, en la medida de lo posible, tomándolos menos veces por semana.
Los expertos destacan que rara vez este tipo de dolor obedece a una lesión cerebral o tumor. Ahora, si es el caso, el dolor suele ser tan fuerte que despierta a los pacientes.
Las migrañas también suelen ser causa común del dolor de cabeza matutino. Por otro lado, son muchos factores los que pueden desencadenarlos, desde el alcohol y la deshidratación, a la falta de sueño. Así como también demasiada o poca cafeína y comer demasiado o no lo suficiente la noche anterior.
Y como en muchas otras áreas, lo que comemos también influye. Así como los embutidos, el chocolate, el queso curado y los edulcorantes artificiales. Fuera de los alimentos, afectan el estrés, los cambios hormonales, de clima y las luces brillantes. Incluso un cambio en la rutina puede terminar en una migraña.
Ahora bien, un dolor de cabeza y una migraña no es lo mismo. Se siente un palpito, puede provocar náuseas y sensibilidad a la luz y sonido. Además, suelen presentarse a un lado de la cabeza y durar horas o días, llegando a impedir que las personas puedan seguir con sus rutinas. En estos casos lo mejor es seguir el tratamiento de un médico y llevar registro de aquellas cosas que nos generan las migrañas.