A pesar de que el príncipe Andrés fue despojado de sus títulos nobiliarios y militares tras escandalo sexual, tuvo un importante papel que asumir este martes en el servicio conmemorativo de su padre, el príncipe Felipe.
Y si bien la sola presencia de la Reina Isabel II capturó la atención de todos, lo hizo aún más cuando los asistentes y luego internautas notaron que entró a la Abadía de Westminster acompañada del brazo de su tercer hijo.
Esto, a más de un mes de que Andrés llegara a un acuerdo con Virginia Giuffre, sobre una demanda por agresión sexual. Y si bien según el comentarista de la realeza Robert Jobson, hubo molestia por parte de los altos miembros de la familia real por la decisión de Isabel, «ella insistió».
«Demuestra que ama y cree de todo corazón a su hijo», señaló Jobson. «Al igual que hizo cuando declaró que Camilla sería la consorte de la Reina, mucha gente aceptará ahora la palabra y el juicio de la Reina».
«Tiene cierto sentido que la acompañe porque no tiene pareja. Se ha pagado un acuerdo, pero no es culpable de nada a los ojos de la ley», añadió. «Ella tiene fe en Andrés. Aunque desaparezca de la vida pública, ha podido rendir homenaje a su padre, que al fin y al cabo estaba muy orgulloso de su servicio en la Royal Navy, donde luchó en el conflicto de las Malvinas».
Durante los últimos años, el príncipe, que es considerado ampliamente como el favorito de la reina, ha sido visto cabalgando con la Reina en su finca de Windsor y la visita regularmente en el Castillo de Windsor.