Revista Velvet | ¿Por qué es un deporte habitual entre los famosos el odiar a Taylor Swift?
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¿Por qué es un deporte habitual entre los famosos el odiar a Taylor Swift?

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¿Por qué es un deporte habitual entre los famosos el odiar a Taylor Swift?

POR Carlos Loyola Lobo | 27 enero 2022

En la comentada entrevista concedida al diario Los Angeles Times, después de que el periodista Mikael Wood sentenciara que Taylor Swift es una buena compositora, el ex líder de Blur y Gorillaz, Damon Albarn reaccionó negativamente: “No compone sus canciones”.

Por supuesto, Wood contraatacó: “Claro que sí, co escribe algunas de ellas”. Damon Albarn insiste: “No estoy odiando a nadie, solo estoy diciendo que hay una gran diferencia entre un cantautor y un cantautor que coescribe. No significa que el resultado no pueda ser genial. Y algunos de los mejores cantantes (quiero decir, Ella Fitzgerald no compuso una canción en su vida). Una cantautora realmente interesante es Billie Eilish y su hermano”.

Lo cierto que la comparación con Eilish agravó aun más la situación y quedó demostrado que lo de Albarn es más irracional que otra cosas. Pero no es el único, el desprecio de otras celebridades y compañeros de profesión a la figura de Taylor Swift es casi tan antigua como la carrera de la cantante. O más bien desde que pasó del country a convertirse en estrella pop.

Fearless, su segundo disco de estudio, publicado en noviembre de 2008, la llevó a triunfar más allá de los límites de su ciudad, Nashville. Durante la primera semana a la venta, Taylor vendió más de un millón de copias del álbum y consiguió que siete de sus 13 canciones se incluyeran en el top 100 de la lista Billboard. Dos meses después de su publicación había vendido más de cuatro millones de copias. Un salto abismal si se tiene en cuenta que su álbum debut, titulado de manera homónima: Taylor Swift, había vendido poco más de 200 mil copias.

Fearless llevó a Swift a su primera gira con conciertos en más de 52 ciudades a lo largo de Estados Unidos y Canadá. Y a su primera intervención en el mítico programa de humor Saturday Night Live, así como a sus primeras entregas de premios en el circuito más amplio. Fue entonces cuando ocurrió.

Taylor subió al escenario de los MTV Video Music Awards la noche del 13 de septiembre de 2009 a recibir el galardón a Mejor Video Femenino por You belong with me y mientras agradecía el galardón, Kanye West subió al escenario, le arrebató el micrófono y le dijo: “Taylor, estoy muy contento por ti, luego dejo que termines, pero Beyoncé ha hecho uno de los mejores vídeos de la historia” (en referencia a Single Ladies, que fue premiado como el Mejor Video del Año).

Al rato, Beyoncé la llamó al escenario cuando ganó y le cedió parte de su tiempo dedicado a dar  agradecimientos, pero ya era tarde. Taylor Swift triunfaba al mismo tiempo que se permitía hacerle bullying públicamente. Un año más tarde, en el mismo escenario, West se disculpó cantando una canción y ella le cantó otra aceptando sus disculpas.

Firmaban una paz de pega, él unos años después, en 2016, escribiría en su canción Famous:Siento que Taylor y yo todavía podemos tener sexo / yo hice famosa a esa zorra”. Y hace poco más de un año declaró que su gesto fue “la voluntad de Dios”. “Si Dios no hubiese querido que yo subiese al escenario y dijera que Beyoncé tenía el mejor vídeo, no me habría sentado en la primera fila”, aseguró.

Demasiado blanca, demasiado tradicional, demasiado perfeccionista, demasiado talentosa, demasiado neutra y demasiado meliflua. Lo mismo que encumbró a Taylor Swift fue lo que empezó a provocar el odio hacia ella. El hecho de no pronunciarse políticamente hasta hace relativamente poco provocó que muchos sospecharan que pudo haber votado a Trump en las elecciones de 2016 y que incluso la convirtieran en musa neonazi. No ayudó que la intelectual Camille Paglia la definiera abiertamente como Barbie elitista nazi.

Pero Taylor tiene, pese a sus enemigos públicos, un grupo de amigas muy selecta. La letra de su éxito Bad Blood iba sobre todo esto. Como explicó en una entrevista para la revista Rolling Stone: “Durante años, nunca estuve segura sobre si éramos amigas o no. Tenía que ver con el trabajo. Básicamente trató de sabotearme una gira entera. Intentó contratar a un montón de gente de mi equipo sin que me enterara. Y sorprendentemente yo no soy una persona conflictiva, no te creerías cuánto odio las peleas y los conflictos. Así que ahora tengo que evitarla. Es incómodo, y no me gusta”.

Aunque Taylor no dio nombres, todo el mundo sabía que se trataba de Katy Perry, que quiso contratar a unos bailarines de Swift mientras estaban de gira juntas. Ambas se reconciliaron en 2018 y escenificaron su reencuentro en sendos videoclips.

Tener una pandilla de amigas, como la que Taylor tenía, implica necesariamente dejar a gente fuera, como Miley Cyrus: “No estoy interesada en formar parte de su pandilla. Ninguno de mis amigos es famoso. Me gusta la gente normal, con vidas normales en las que me puedo inspirar”.

Nicki Minaj también habló de la pandilla de amigas de Taylor cuando no fue nominada para los VMA Video Music Awards, pero sí lo hizo el hit de Taylor, Bad Blood: “Si tu video celebra a las mujeres delgadas, te nominarán a Video del Año”.

Rihanna explicó que no querría formar parte de la pandilla de Taylor Swift en una entrevista a la NME: “Ella es un ejemplo a seguir, yo no”. Y es que al parecer las mujeres buenas están incluidas en los videoclips de Taylor Swift, las malas a todas partes. A esta lista también se sumó Lorde cuando en una entrevista declaró que “Taylor Swift es tan perfecta y tan inalcanzable que no creo que esté alimentando nada bueno en las chicas jóvenes”.

Lo mala barra con Taylor Swift no involucraba un lío sentimental, pero algo curioso hubo. Katy Perry estaba saliendo con John Mayer, cantante que antes había sido novio de Swift y al que ella le había hecho canción en 2010 después de su ruptura titulada Dear John. Cuando ambos salieron juntos él tenía 32 y ella 19. A la canción, el cantante respondió en una entrevista a Rolling Stone: “No me lo merecía, no hice nada para merecérmelo. Fue realmente malo lo que hizo”.

La mayoría de ex novios de Taylor tienen en común dos cosas, son famosos como ella y ella les ha dedicado alguna canción después de la ruptura. Algo que suele hacer que los fans de Taylor quieran buscar venganza y los acosen en redes sociales. Al menos unas quince canciones de Taylor van dedicadas a sus ex, entre los que se encuentran Joe Jonas, Harry Styles, Taylor Lautner y Jake Gyllenhaal. A este último, por reprobar el corto “All too well”, llegaron a amenazarlo de muerte.  

La lista de enemigos públicos y famosos de Taylor Swift es amplia y viene motivada por diferentes asuntos personales, no hay que reducirla a la precocidad de su éxito y a su sexo. Pero tampoco hay que ningunearlos mezclando las razones que ha provocado que se hayan ido en contra de ella desde Kanye West hasta Damon Albarn.

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