Qué tan generoso eres podría depender de algo más que del dinero que tienes o de tus valores. Según un estudio de la Universidad de Berkeley en California, algo tan trivial como dormir poco puede influir en tu disposición a ayudar a otras personas.
La investigación reveló que la privación del sueño conduce a una reducción en la generosidad. Para descubrirlo, el equipo realizó una prueba, de tres maneras diferentes, para ver qué tan amables eran las personas cuando estaban cansadas.
En primer lugar, privaron de sueño a 21 personas durante 24 horas. Y luego les preguntaron si estaban dispuestos a ayudar en varios escenarios que iban desde ayudar a un extraño a llevar sus bolsas de compras. Después, repitieron el cuestionario pero después de una noche normal de sueño. Todo esto bajo un estudio de su actividad cerebral utilizando imágenes de resonancia magnética funcional.
Después, 171 voluntarios llevaron un diario de su sueño antes de realizar dicho cuestionario. En ambos casos, los investigadores encontraron que los participantes cansados puntuaron más bajo en el cuestionario de altruismo. Resultados que fueron independientes a los rasgos de empatía de los participantes o si la persona a la que debían ayudar era un extraño o alguien cercano.
El estudio analizó más de 3,8 millones de donaciones benéficas realizadas en Estados Unidos, antes y después de cambiar al horario de verano, cuando se pierde una hora de sueño. Y las donaciones bajaron en un 10% en los días posteriores al cambio de hora.
Un dato extra. Un estudio de 2015 comparó el número de accidentes de tráfico mortales en Estados Unidos justo de cambiar al horario de verano. Y encontró un aumento significativo en el número de accidentes al día siguiente.
Continuando con el estudio inicial, el análisis de imágenes de resonancia magnética funcional reveló que dormir menos estaría relacionado con el área del cerebro vinculada a la cognición social, la cual regula las interacciones sociales con los demás. Por el contrario, la calidad del sueño no está relacionado con la actividad cerebral. Entonces, todo depende de la cantidad, más no de la calidad.
Ahora bien, la buena noticia es que se trata de un efecto es de corta duración y desaparece cuando volvemos al patrón normal de sueño.
Ok, entonces la ciencia confirma que el dormir tiene directa relación no solo con la salud y bienestar, sino también con la cognición social. Pero, ¿qué opina la psicología de ello?
Está de acuerdo. Ellos creen que la amabilidad y la generosidad son parte de nuestra cognición social, la cual determina cómo interactuamos con otros y cómo tomamos decisiones sobre nuestro comportamiento hacia ellos. Estas decisiones se basan en múltiples factores. Y cada un de ellos se ve afectado por lo bien que dormimos, nuestra memoria, situaciones anteriores, nuestras decisiones, lo impulsivos que somos, nuestras emociones y lo bien que podemos regularlas.
Por lo tanto, aseguran que es probable que la cantidad de dinero que estamos dispuestos a donar también sea sensible al sueño.