Mientras David Beckham se prepara para recibir uno de los mayores honores del Reino Unido, su hijo mayor y su nuera han cortado lazos con la familia. ¿El amor o el apellido? Una historia de vestidos, contratos, lágrimas y lealtades cruzadas.
Es una disputa digna de un guión de Succession. De un lado, la pareja más poderosa del Reino Unido: Victoria y David Beckham. Del otro, su primogénito Brooklyn y su esposa, la actriz y heredera Nicola Peltz. Entre ambos bandos: un océano de desacuerdos, pasarelas, multimillonarios y el apellido más codiciado del pop británico.
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Según múltiples fuentes citadas por Page Six, Brooklyn y Nicola han dejado de hablar con Victoria y David. El distanciamiento, que se arrastra desde antes del matrimonio en 2022, se habría intensificado por la cercanía del joven con su familia política: el magnate Nelson Peltz, presidente de Wendy’s y figura clave en los movimientos corporativos de Disney, y su esposa Claudia.
La tensión no llega en cualquier momento. David Beckham, según ha confirmado el medio, será nombrado Sir por el rey Carlos III la próxima semana, un reconocimiento largamente deseado. Victoria, por su parte, prepara el estreno de su propia serie en Netflix, centrada en su firma de moda. Todo el universo Beckham parece alineado, menos la relación con su hijo mayor.
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Desde hace meses, las señales del quiebre han sido evidentes. “El único ‘crimen’ de Nicola fue casarse con Brooklyn, es culpable de amarlo, nada más“, aseguró una fuente cercana a la familia Peltz. “Nicola le dijo a Victoria y David: ‘Lo único que queríamos era su amor y apoyo'”.
Pero no todos ven las cosas del mismo modo. Un vocero cercano a los Beckham respondió: “Cualquiera que los conozca sabe que son padres amorosos, comprometidos y extraordinarios”.
Tras la boda, donde Victoria y Nicola protagonizaron un incómodo momento, los recién casados se instalaron en Los Ángeles, donde Brooklyn lanzó su marca de salsas picantes Cloud23. Pero, según los Peltz, evitó usar su apellido por un conflicto pendiente: un contrato relacionado con la venta de la empresa familiar DB Ventures, que David concretó en 2022 por $269 millones.
Una fuente afirmó: “Antes del matrimonio, Victoria llamó a Brooklyn y le dijo: ‘Papá tiene un gran acuerdo, necesitas firmar este contrato'”. El acuerdo, según un experto de la industria, pretendía proteger los derechos del apellido frente a terceros. Brooklyn no lo firmó.
“Lamentablemente, para entonces Brooklyn había despedido a todos sus asesores y solo escuchaba a los abogados de los Peltz, que o no entendían el contrato o estaban siendo deliberadamente obstruccionistas”, explicaron desde el entorno Beckham.
Pese a todo, la familia ha seguido mostrando apoyo público: desde asistir al estreno del debut como directora de Nicola, Lola, hasta compartir mensajes afectuosos en redes sociales. “Estamos muy orgullosos de ti, Bust”, escribió David, usando el apodo familiar de su hijo. “Mi nueva salsa picante favorita”.
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Desde el círculo Beckham lo ven claro: “Esta constante tergiversación de los hechos para lanzar ataques tóxicos a los Beckham ya es agotadora. Nada de esto está respaldado por hechos. A los Beckham no les importan los chismes, solo les importa su hijo“.
Por su parte, Brooklyn y Nicola han contratado a Jenny Afia, la misma abogada que representó a Harry y Meghan Markle, para comenzar a desmontar las historias que consideran dañinas. “La relación con David y Victoria depende únicamente de Brooklyn y Nicola. Sea lo que sea que decidan, será su decisión”, declaró una fuente de los Peltz. La gran incógnita ahora es si Brooklyn estará presente cuando su padre reciba el título de Sir. Si no lo está, el silencio tendrá mucho que decir.