En medio de la prisa matutina, entre el trabajo y el colegio, salir a recibir los primeros rayos de sol puede parecer un lujo. Sin embargo, hay razones de peso para que lo conviertas en parte de tu rutina diaria.
De acuerdo con expertos, la luz del sol en la mañana tiene beneficios que van desde mejorar tu calidad de sueño hasta ayudarte a comenzar el día con más vitalidad. ¿Cómo funciona exactamente?
La luz solar no es solo una fuente de vitamina D, también juega un papel crucial en nuestra rutina biológica. Según Elizabeth ‘Birdie’ Shirtcliff, profesora en el Centro de Neurociencia Traslacional de la Universidad de Oregón.
La profesional, explicó a HuffPost que el sol actúa como un “dador de tiempo” o “zeitgeber”. O sea, una señal ambiental que le indica a tu cuerpo cuándo es momento de despertar y activarse.
Estos “dadores de tiempo” influyen en varios aspectos de nuestro bienestar, incluida la respuesta de activación del cortisol, una hormona que ayuda a ponerte en marcha por las mañanas.
“El mayor dador de tiempo es, por supuesto, el sol”, explicó Shirtcliff. El cortisol, esa hormona que despierta a tu cuerpo, comienza a aumentar justo antes del amanecer, preparando a tu sistema para el día que comienza.
“Al despertar, los niveles de cortisol se disparan hasta en un 70% dentro de los primeros minutos“, señaló Shirtcliff. Pero cuando esa subida natural no ocurre, es probable que te sientas más agotado durante el día.
Entonces, exponerse a la luz solar a primera hora de la mañana ayuda a sincronizar tu reloj interno con el ciclo diario. Además, la luz solar envía señales al cerebro para liberar cortisol y suprimir la melatonina, la hormona del sueño.
Si no puedes pasar mucho tiempo al aire libre, la luz que entra por tus ventanas también puede ayudarte a restablecer tu ritmo circadiano. Aunque no es tan eficaz como estar directamente bajo el sol, puede ofrecer beneficios similares.
Y si además practicas ejercicio por la mañana, los efectos son aún mejores. “El ejercicio al aire libre por la mañana te dará un impulso extra de energía”, asegura Shirtcliff.
No existe una fórmula exacta, pero Jawairia Shakil, endocrinóloga, sugiere que entre 15 y 30 minutos de luz solar pueden ser suficientes para aprovechar sus beneficios.
Si recibes la luz a través de ventanas, es probable que necesites algo más de tiempo. Además, lo importante es recibir esa luz en las primeras horas del día. La luz del mediodía no tendrá el mismo impacto en tu reloj biológico.