La controversia en torno al jurado de Miss Universo sumó un nuevo capítulo luego de la renuncia pública del músico Omar Harfouch, quien decidió apartarse a pocos días del certamen internacional que se celebrará en Bangkok. Su salida se produjo tras denunciar la existencia de un presunto “jurado improvisado” encargado de seleccionar a las 30 finalistas antes de la competencia preliminar, acusación que la organización del concurso rechazó de inmediato.
Harfouch relató que, al enterarse de rumores sobre una selección anticipada, decidió consultar directamente a miembros del equipo de Miss Universo, incluido el dueño del certamen, Raul Rocha. Según su versión, la respuesta no fue satisfactoria. “Cuando hablé con el comité y con Rocha sobre este asunto, me ignoró. Me dijo: ‘Esto no es nada, Omar. Todo estará bien, tú juzgarás. Ya verás'”, señaló. El músico describió además que, pese a que la organización publicó en Instagram una lista de nombres asociados al comité de selección, dicho post no detallaba “los roles que cumplían estas personas”.
Ver esta publicación en Instagram
Las dudas se intensificaron cuando, un día antes, Miss Universo compartió un carrusel con los integrantes del llamado Beyond the Crown Selection Committee, un grupo presentado como parte del proceso oficial. Pero para Harfouch, ese título no daba claridad sobre su función real. “No son jueces. Les llamaron ‘comité de selección’, pero selección de qué? Nadie lo sabe”, afirmó. “Está publicado en Miss Universe como ‘Beyond the Crown’, ellos deciden. Pero ¿por qué no es público? ¿Por qué recién ahora se habla de esto?“.
El músico agregó un punto aún más delicado: que el supuesto panel alterno estaría “compuesto por personas con un conflicto de interés significativo”. Asegurando incluso que una concursante y uno de los miembros del comité mantienen una relación sentimental.
Ver esta publicación en Instagram
Según explicó, los jueces oficiales habrían tenido que elegir únicamente entre las 30 candidatas preseleccionadas. “Somos ocho jueces que se supone debíamos venir a elegir solo entre 30 concursantes y no 136. Cuando firmé mi contrato como juez, fue para evaluar a todas”, señaló. Para él, aceptar las condiciones habría sido incompatible con la responsabilidad del cargo. “Quizá esto es normal para quienes solo quieren aparecer en TV o están felices de ser jueces, pero yo no puedo. No puedo jugar con el destino de chicas jóvenes”.
Harfouch afirma haber pedido transparencia hacia las concursantes, solicitud que, según su testimonio, fue descartada. “Las chicas que se van a mostrar en pantalla creen que nosotros vamos a decidir, pero en realidad será una situación falsa“, expresó.
También, subrayó que muchas de las participantes viajaron acompañadas por sus familias, costeando estadía, traslados y preparación con la expectativa de una competencia justa. Su salida deja abierta una conversación incómoda sobre transparencia, roles internos y criterios de selección, justo cuando Miss Universo se prepara para una nueva edición bajo la mirada atenta del público global.