Pensar en una píldora que replica la sensación de estar enamorado no es algo muy lejano en la actualidad. Es más, según una científica de Oxford podría existir “dentro de tres y cinco años”.

La doctora Anna Machin, antropóloga evolutiva y autora de “Why We Love: The New Science Behind Our Closest Relationships” (Por qué amamos: La nueva ciencia detrás de nuestras relaciones más cercanas”), expuso en Festival de Ciencias de Cheltenham en Inglaterra y afirmó que hay ciertas sustancias químicas en el cerebro que explican el amor. Entre ellas, la oxitocina, la serotonina, la dopamina y la beta endorfina.

Según la experta, una pastilla con estas cuatro sustancias hormonales podría “mejorar tus capacidades para encontrar el amor o para aumentar la posibilidad de que te quedes enamorado cuando la situación está complicada”.

¿Cuáles son los efectos de estas sustancias?

La dopamina, conocida como la hormona del placer, es un neurotransmisor que entrega la sensación de bienestar. Mientras que la oxitocina, es una hormona relacionada con los patrones sexuales, la autoconfianza y desinhibición. La serotonina, por su parte, tiene que ver con la regulación del estado de ánimo y las emociones. Y la beta endorfina, es la que bloquea la sensación de dolor y funciona como un opiáceo.

Esta última, también resulta ser la menos estudiada. Y la antropóloga sugiere que la falta de esta hormona es una de las responsables de las rupturas matrimoniales. “La beta endorfina es un opiáceo. La produce el cuerpo y, al igual que la heroína, es adictiva”, explicó.

Entonces, si la droga en este caso es alguien a quien amas, cuando desaparece tienes síndrome de abstinencia. “Esa es la razón por la que, cuando te abandonan, te sientes fatal, porque estás entrando en el síndrome de abstinencia de los opiáceos”. Y agregó, “obviamente, si te dejan, no tienes una abstinencia lenta y por eso es tan increíblemente doloroso fisiológica y psicológicamente cuando una relación termina de esa manera”, explicó Machin.

¿Es necesario crear una “píldora del amor”?

Según Machin, debido al conocimiento sobre neuroquímica y el cerebro, se podría usar en tratamientos. Pero confiesa que hay un dilema ético ineludible. “Una de las fronteras de la investigación del amor a nivel comercial es la exploración de posibles drogas del amor: ¿se imaginan cuánto dinero se ganaría?”.

“Hay muchas cuestiones éticas sobre las drogas del amor, que ciertamente están en el horizonte. Y se está investigando sobre ellas. Las drogas del amor utilizadas en la terapia de pareja podrían estar disponibles en un plazo de tres a cinco años”, agregó.

Y, por último, preguntó: “¿No le darás estas píldoras a todas las personas que te gustan, cierto?”.

Por otro lado, las drogas y las emociones ya han demostrado una conexión anteriormente. Es más, señaló durante la charla que hay evidencia que demuestra que el MDMA (éxtasis) “mejora los sentimientos de cercanía con los demás”, y ya lo ha utilizado en terapias de pareja.

¿Necesitamos realmente una píldora para enamorarnos?