Con estilo agudo, el exdiputado PPD, conocedor de las profundidades de la política, analiza la gestión de Gabriel Boric y entrega sus proyecciones para el 2023. “El Presidente ya enfiló hacia el Socialismo Democrático y eso se irá acentuando el próximo año”, considera.
Fotos Ronny Belmar Valenzuela
En el jardín de su casa en La Reina, bajo la sombra del parrón y con una de sus típicas guayaberas de lino, Pepe Auth interpreta el devenir de un año caliente para el gobierno de Gabriel Boric. Un período marcado, entre otros, por el aplastante fracaso del texto constitucional en el plebiscito del 4 de septiembre; continuado por el desembarco total del Socialismo Democrático (SD) en los pasillos de La Moneda, más las tensiones políticas por el nuevo ciclo constituyente que, según anticipa podrían llevar a un cambio de eje del sistema político.
“Añadamos que las condiciones para administrar Chile son las peores de la historia (dice por las crisis económica, migratoria y delincuencial, más el complejo panorama mundial), y quienes ahora están a cargo pertenecen a la coalición menos experimentada en gobernar, es decir, todo para una tormenta perfecta”, sentencia este sociólogo de la Escuela de Altos Estudios en Ciencias Sociales de París, exdiputado PPD por cuatro períodos, quien cumplió su último ciclo en marzo de 2022.
–¿Cómo has notado la evolución de Gabriel Boric como el capitán al que le toca navegar en estas aguas tormentosas?
–Al comienzo existía un gran optimismo en torno a su figura; llegó como el Presidente elegido con más votos de nuestra historia (4,6 millones), logrando imponerse a José Antonio Kast en segunda vuelta con un 55,87%… Todos hablaban de que se venía la “Boricmanía”, que se iniciaba un nuevo ciclo de gobiernos progresistas… Pero entró a La Moneda y a los 30 días marcaba más rechazo que respaldo en las encuestas…
–¿Qué pasó, se acabó el amor?
–Boric triunfó con votos prestados de personas que, en otras circunstancias, nunca habrían votado por él, pero ante la ‘opción de José Antonio Kast’ lo eligieron y se dejaron convencer por el “Boric de segunda vuelta”. Esto llevó a que duplicara el 25,8% de la primera vuelta, sin embargo, nunca un candidato con tan pocos votos se había convertido en Presidente de la República, ni siquiera Salvador Allende, que salió con el 37%. Por eso Boric cayó tan rápido.
–Ahora estamos terminando el año, ¿cómo lo ves?
–La realidad lo ha golpeado fuerte y eso lo ha llevado a madurar vertiginosamente. Pero Gabriel ha tenido la sapiencia y la flexibilidad para hacer conversar sus ideas con la dura realidad… Piensa que cuando llegó al Gobierno, en su coalición apostaban a que ganarían el plebiscito, que con ello tendrían mayoría social y sus conceptos serían los que primarían en la escena programática e ideológica… Después se fueron dando cuenta que perderían el plebiscito, pero el shock del 4 de septiembre fue brutal porque nunca esperaron una derrota de esas dimensiones…
–¿Fue el fin de la ingenuidad?
–Y tomaron conciencia de que enfrentan un contexto político adverso, con minoría en el Parlamento, a lo que se suma un escenario extremadamente desfavorable en lo social. Pero Gabriel Boric tiene vocación de mayorías y sabe perfectamente que para poder gobernar y concretar cambios, necesita apoyos sociales y políticos amplios, lo que lo ha llevado a moderar su programa… Felizmente tenemos a Mario Marcel; no podría imaginarme a este gobierno sin él.
–Boric lo fichó mucho antes de anunciar a su nuevo gabinete, ¿eso habla de su capacidad de visión?
–Claro, y fue muy valiente también. En el futuro será leída como una sabia decisión; intuyó que necesitaba una persona que diera seguridades en tiempo complejos, aunque nunca imaginó que las dificultades serían de tanta envergadura…
Y retoma:
–Entonces, además de que tiene las condiciones más difíciles de la historia para gobernar; la coalición con menos experiencia de gobierno de todas las anteriores, se agrega que Apruebo Dignidad (AD, e incluso su partido Convergencia Social), se constituyeron para las primarias presidenciales… ¡Es todo muy reciente! No se les puede pedir madurez o consolidación. Por eso pienso que el FA tiene que convertirse pronto en un solo partido. No tiene ninguna lógica que sigan siendo un conglomerado.
–Aunque lo más difícil parece ser que AD y el SD se fundan en una sola coalición… Más con las disputas de poder que existen entre ambos. Ya se advierten algunas tensiones. Por ejemplo, entre Camila Vallejo, antes la ministra mejor evaluada y que fue esplazada en las encuestas por Carolina Tohá…
–Para Camila el panorama cambió por completo desde que la jefatura de gabinete pasó de Izkia Siches a Carolina Tohá… Ella es la portavoz, su rol es explicar, justificar, etcétera… Pero la tarea de la ministra del Interior es la conducción política; es a ella a quien escuchamos cuando queremos saber para dónde va la cosa y lo mismo pasa con Manuel Monsalve, Mario Marcel y Ana Lya Uriarte… Evidentemente el eje de este gobierno cambió.
–Por lo tanto, los compañeros de ruta de Gabriel Boric desde sus tiempos estudiantiles perdieron la batalla por la hegemonía.
–No solo eso: el Presidente de la República ya enfiló en otra dirección, lo que se irá acentuando el próximo año. Es cosa de ver las cifras: en la última encuesta Cadem de noviembre, Boric obtuvo un 31% de apoyo pero con el doble de rechazo. Mientras que los ministros del SD, Carolina Tohá, Mario Marcel y Manuel Monsalve, fueron los mejor evaluados con resultados totalmente a la inversa y el doble de aprobación. Por lo mismo, pronostico que el Presidente estará cada vez más alineado con el eje del SD y así poder remontar su evaluación en la percepción ciudadana.
–¿Con esto no podría quebrar su coalición?
–¿Quebrar? (ríe). ¡Jamás! Es la primera vez que en el FA están gobernando y ya conocieron los elíxires del poder. Al revés; los chicos seguirán pujando por alcanzar el éxito porque saben que, si fracasan, con ellos también cae toda una generación.
–¿Y al PC cómo lo ves?
–Igual. Hoy gran parte de su comité central son funcionarios de gobierno para quienes su calidad de vida cambió mucho. Además, ni siquiera con Allende el PC había tenido tanta presencia en el gabinete a través de dos de sus ministras más populares e influyentes: Camila Vallejo y Jeanette Jara (Trabajo y Previsión Social), quien además está a cargo de la reforma estrella del Gobierno, como la previsional. ¡Por supuesto que el PC terminará el gobierno en marzo de 2026!
PREDICCIONES CONSTITUCIONALES
“El éxito del gobierno es evitar el naufragio”, continúa Pepe Auth sobre el real desafío que lleva sobre sus hombros el Presidente Gabriel Boric.
–¿Qué requiere para lograrlo?
–Si en su gestión se aprueba una Constitución de consenso y además consigue sacar adelante la Reforma Previsional, será un triunfo; aún si esta última sale muy distinta de la propuesta original, será preferible considerando que ya han sido rechazadas las propuestas de Piñera y Bachelet.
Irónico, señala:
–Hay que derribar esa ingenuidad que algunos políticos del FA instalaron al comienzo, la idea de ‘dejar atrás la política de lo posible’… ¡Por favor! Si la política es precisamente el arte de lo posible según tu contexto económico, el escenario internacional que te tocó, el apoyo que tengas en la calle o tus fuerzas en el Congreso.
–¿Y la idea del “realismo sin renuncia” que reflotaron de Bachelet 2?
–¡Otra frase vacía! Me llega a dar risa, porque han renunciado a un montón de cosas, como su pretensión de eliminar de la actual Constitución el Estado de Emergencia por grave alteración del orden público… Ahora están proponiendo al Congreso renovarlo cada cuatro meses y no cada 15 días…
Y sigue:
–Renunciaron a reinstalar el sistema de reparto que venía en el programa de Gobierno y están prácticamente con el mismo modelo previsional de Bachelet que ellos votaron en contra como diputados… Eran de los que decían que Chile tenía que revisar y hasta salirnos de los TLC, y ahora te apuesto que el Presidente va a festejar cuando se firme la actualización del tratado con la UE y el despacho del TPP 11.
–Decías que el éxito del Gobierno de Gabriel Boric también depende de la nueva Constitución. Pero a los sectores políticos les ha costado ponerse de acuerdo…
–Te apuesto a que antes de que termine el año el escenario se despejará… Las principales fuerzas políticas están muy conscientes de que, o logramos una Constitución de consenso o no habrá nueva Constitución. Esto le preocupa especialmente al Gobierno que no puede perder una segunda elección como tampoco desgastarse en otra batalla entre la izquierda y la derecha, entre refundacionales y gradualistas…
Toma un poco de agua y prosigue:
–Para la centroderecha también es una oportunidad para despejar el tema constitucional de aquí a los próximos 30 años, de hecho, diría que este es lejos el mejor momento, tomando en cuenta que sigue latente el fracaso refundacional y porque, si dejan que el tema se alargue, algunos en su sector podrían repensar el asunto… Por último, todos sabemos que los agentes económicos son los más interesados en que esto se cierre pronto, incluso los de ultraderecha, porque la incertidumbre desincentiva la inversión, más en un momento tan complejo como éste. Entonces soy un optimista inveterado de que habrá proceso y que tiene que terminar el 2023.
–¿Qué mecanismo te parece más adecuado en términos de legitimidad?
–Soy partidario de un comité de expertos que se constituya antes y que la convención 100% electa por la ciudadanía trabaje sobre la propuesta que entreguen… Ahora, lo más probable es que termine siendo un órgano mixto (convencionales elegidos más expertos) donde todos tengan derecho a voto… Pero lo que no puede pasar es que los integrantes sean escogidos por el Congreso porque abre un flanco de cuestionamiento a futuro, que es lo peor que podría pasar.