En competencia con dos películas cuyos roles eran diametralmente distintos, Penélope Cruz llegó a Venecia del brazo de su inseparable Pedro Almodóvar para presentar la primera de ellas, Madres Paralelas, una nueva colaboración con el director de origen manchego que la tiene entre sus actrices fetiche. Días después, y acompañada de Antonio Banderas, otro viejo conocido, esta vez dirigidos ambos por la dupla de argentinos, Mariano Cohn y Gastón Duprat, presentaba Competencia Oficial, una sátira sobre el mundo del cine, con sus egos y extravagancias, en donde Penélope cambia totalmente su registro al interpretar a una directora de cine en estado de furia y por sobre todo bien y todo mal, con muchos momentos para reír o al menos dibujar varias sonrisas, lo que le permitió posicionarse poco a poco e instalar el rumor de que sería ella la que este año se llevaría la Copa Volpi, el máximo premio del festival de cine italiano, a la Mejor Actriz del certamen.

Y los rumores no se equivocaron. A primera hora de la mañana, bajó de un bote en el Lido, vestida con un sweater rojo que rezaba Chanel, y lo que eran solo trascendidos comenzó a ser una evidencia. Acompañada de su marido Javier Bardem, y vestida de un Chanel largo color plata, subió a recibir su premio luego de haber sido anunciada por el presidente del jurado, nada más ni nada menos que el director coreano, Boon Joon Ho, que hace dos años se llevó todos los premios con Parasite.

Penélope Cruz se transforma así en la primera actriz española en ganarse una Copa Volpi en Venecia, lo que la deja en muy bien pie para las candidaturas a los premios Oscar que se anuncian a fines de año. Agradeció en italiano, en inglés, tuvo palabras de cariño y agradecimiento para Pedro Almodóvar -director de la película que le dio finalmente el premio- y a los organizadores de este Festival clase A, que también premió a unos cuántos títulos que veremos muy presentes en las nominaciones de premios de los próximos meses.

La actriz Maggie Gyllenhaal se alzó con un premio como Mejor Guión por la adaptación de la novela de la escritora Elena Ferrante, en su opera prima The Lost Daughter, un drama protagonizado por la ganadora del Oscar, Olivia Colman y por Dakota Johnson (50 sombras del Grey). Otra mujer, la realizadora Jane Campion (La lección de piano) se llevó el premio a la Mejor Dirección por El poder del perro, un western protagonizado por Benedict Cumberbatch y Kirsten Dunst, que la hizo retornar a la dirección de filmes después de 12 años de ausencia. La película se estrenará en salas y por Netflix en los próximos meses. Otro estreno de Netflix es la nueva película del director italiano Paolo Sorrentino, La mano de Dios, que se llevó el Gran Premio del Jurado. Un emocionado Sorrentino (La grande bellezza) subió a recibir su premio por su película más personal, que a su vez es un homenaje a Maradona, al fútbol y a la familia. El director, famoso por sus proezas visuales, es primera vez que presenta una de sus películas en Venecia y termina triunfando.

Y Chile también tiene motivos para celebrar. En la categoría de Mejor Cortometraje, Los Huesos de Cristóbal León y Joaquín Cociña subieron al podio del teatro del Lido que los homenajeó como los flamantes triunfadores en su categoría ¡Enhorabuena!