Penélope Cruz fue recibida este domingo con un gran aplauso a su llegada a la rueda de prensa del filme L’immensità, del realizador italiano Emanuele Crialese, donde interpreta de nuevo a una madre, un papel recurrente en su carrera pero que siempre es diferente. “He interpretado a muchas madres”, dijo la actriz madrileña, que precisó que de las siete veces que ha trabajado con Pedro Almodóvar, en cinco tenía papel de madre.
Algo que no solo no le molesta, si no que le gusta por dos razones, primero porque reconoce tener un instinto maternal “muy fuerte”: “desde los cinco años contaba que quería ser madre lo antes posible“, recordó la actriz que solo el año recién pasado se hizo merecedora de la Copa Volpi en este mismo festival, como reconocimiento a su performance en Madres Paralelas, del ya mencionado director manchego.
L’immensità es una historia que en su opinión tiene muchas capas y que cuenta, de alguna manera, la infancia del director, personificado en Adriana, la niña que quiere ser llamada Andrea (nombre masculino en italiano) y que se siente un chico. Adriana vive con su familia en los sectores aledaños del Vaticano, una zona que experimentó un enorme crecimiento urbanístico en los años setenta, algo que se refleja en el filme.
Su madre es Clara, una española casada con un italiano que la engaña. Porque el filme se centra tanto en el aislamiento de la hija como en el de la madre. Para Cruz, el personaje de Clara “representa muchas realidades de hoy, hay muchas mujeres en el mundo atrapadas en sus propias casas pretendiendo ante sus hijos que las cosas no son tan malas cuando en realidad lo son”.
La violencia doméstica, el género, los problemas mentales o las relaciones filiales son algunos de los temas que trata esta película que aligera su trama con números musicales en los que Penélope Cruz se transforma en Rafaella Carrá. “Cuando leí el guion me rompió el corazón y sentí la necesidad de hacer esta película con Emanuele”, contó la actriz, para quien su personaje no está loca, sino es una superviviente que conecta con su hija porque ambas se sienten atrapadas.
Una película “sobre la memoria”, señaló el director durante la rueda de prensa, que buscó la forma de, a partir de sus recuerdos, construir “una historia universal”. “Ha sido una suerte haber estudiado francés antes que inglés, aunque eso me ha hecho no perder del todo el acento cuando trabajo en inglés”, dijo la actriz, que recordó que empezó a hacer películas en italiano cuando era joven. Y es que los acentos y los idiomas son una pasión para ella y trabajar en otra lengua le ayuda a acercarse mucho a los personajes, aunque a veces “es agotador mentalmente“, sin embargo, aseguró que “me siento muy afortunada de poder trabajar en cuatro idiomas”.