Según medios internacionales, el último año hubo un aumento sostenido en la cantidad de personas que consultaron al médico por la caída del pelo en todo el mundo. Este incremento se ha visto también a nivel local como consecuencia de la pandemia y más frecuentemente en mujeres, según explica la doctora Carla Muñoz, dermatóloga de la Universidad de Chile y miembro de Sochiderm. Aquí sus consejos para un diagnóstico adecuado.
–¿Cómo se explica la relación entre la pandemia y la caída de pelo?
–Es muy probable que tenga que ver con el estrés emocional que ha implicado el encierro, en especial para las mujeres: nos tocó continuar con el trabajo habitual, pero en forma remota, además de ayudar a los niños en su homeschooling y hacernos cargo de la casa, ya que muchas veces no se pudo contar con ayuda externa o de familiares. Y a todo esto se suma la gran incertidumbre que ha habido, en especial el año pasado, cuando no había certezas de prácticamente nada (duración del encierro, riesgo de contagio, situación de clínicas y hospitales, etcétera).
–¿Y qué pasa en el caso de pacientes recuperados de Covid-19?
–Cualquier estrés, tanto físico como emocional, puede gatillar una caída de pelo que se manifiesta 4 a 12 semanas post evento. En el caso de infección por Covid-19 hay una gran inflamación sistémica que, sin duda, afecta al cuero cabelludo. Por ello es esperable encontrarnos con una caída significativa de pelo. Además, el estrés emocional asociado, por la connotación social de este virus, aumenta aún más este tipo de alopecia.
–¿Cómo puedo saber si mi caída de pelo es normal – estacional, por la edad, etcétera– o si efectivamente tiene relación con lo que estamos viviendo? ¿Cuáles podrían ser las señales de alarma para consultar al dermatólogo?
–Habitualmente perdemos entre 100 y 150 pelos diariamente, algo que tiende a pasar desapercibido. Hay ciertos períodos del año que los que esto puede ser un poco mayor. Sin embargo, es probable que cuando notamos la caída sea porque ésta ha aumentado. Si ese aumento es persistente y progresivo es ideal consultar. Si además del encierro he estado con patologías asociadas, como síndromes de ansiedad generalizada, depresión, trastornos de pánico, anorexia, baja de peso, hospitalizaciones (por Covid-19 u otras causas), es probable que tenga relación con la caída de pelo y que requiera estudios y medicación.
–Además de la caída de pelo, ¿qué otras cosas se examinan en la consulta?
–El cuero cabelludo es muy dificil de visualizar adecuadamente en forma remota, por lo que se debe ver en forma presencial. Se deben buscar signos de inflamación local tales como eritema (enrojecimiento), descamación, exceso de seborrea, áreas alopécicas (pelones), placas gruesas de descamación, sobreinfección. Esto se complementa con exámenes para evaluar otros factores que pueden causar o agravar la caída de pelo, como anemia, déficit de algunas vitaminas, infecciones, entre otros. En casos muy específicos, se pueden pedir exámenes del pelo, como tricogramas.
–Si efectivamente se me está cayendo el pelo más de lo normal, ¿qué puedo hacer? ¿Cuándo podría empezar a ver resultados?
–Lo ideal es consultar precozmente (en forma presencial) al dermatólogo, quien deberá hacer un examen completo y pedir exámenes cuando lo amerite, según la anamnesis detallada que se realiza. Se debe tener paciencia, ya que muchas veces este tipo de caída de pelo es transitoria y se va recuperando poco a poco. Lo más probable es que estos casos no vayan a dejar alopecias completas persitentes, si no más bien alopecias transitorias recuperables. Por eso lo ideal es mantener la calma y confiar en tu médico tratante. El tiempo ayuda mucho en estos casos.