Las relaciones humanas son a menudo complejas, llenas de altos y bajos, alegrías y tristezas. Y una de las relaciones más icónicas del mundo del espectáculo argentino-chileno ha sido su fiel reflejo: la relación de Benjamín Vicuña y Carolina “Pampita” Ardohain.
Su historia es un testimonio de cómo el amor puede trascender los tiempos, las dificultades y hasta los desamores. Y aún cuando en la actualidad están separados, su historia sigue sumando capítulos.
En la última entrega de los Premios Martin Fierro, el actor nacional subió al escenario para recibir la estatuilla por Mejor Actor protagónico por su actuación en El primero de nosotros. Y durante su discurso, pronunció un discurso de agradecimiento que no pasó desapercibido. “Muchas gracias a este país, a propósito de esta fecha tan importante, que me recibió, me dio un lugar, me dio a mis hijos maravillosos”, comenzó diciendo. “Me dio un amor…”, agregó y se quedó callado, como si se hubiese dado cuenta de lo que acaba de decir. De inmediato, hizo un especie de mea culpa y siguió: “Me dio tantas cosas…”.
Evidentemente se asumió que esa frase se relacionaba con Pampita, su ex pareja y quien también estaba en la premiación. Sin embargo, Vicuña dijo después que no había sido tal la intención.
Recientemente, la modelo y conductora estuvo en el programa Podemos Hablar argentino. Y al preguntarle por tal eventualidad, ella dio su opinión al respecto. “Yo ese día le había dicho: ‘Hoy vas a ganar’, porque estaba segura que iba a ser así. Cuando ganó yo estaba feliz de la vida. ¡Y a mí no me importan que me estén filmando! Yo estoy re orgullosa de Benjamín porque lo conozco desde sus inicios, porque lo acompañé en su carrera un montón de tiempo, de hace muchos años, porque es el padre de mis hijos, no tengo que poner cara de poker si estoy re contenta”, sentenció.
y agrego, “Es que justo tenía la cámara yo porque su otra expareja no estaba en el evento. Y no creo que se refiriera a un solo amor porque él tiene corazón para amar a mucha gente”, expresó entre risas.
Actualmente el actor y la argentina mantiene una excelente y cercana relación, y comparten de la mejor manera la custodio de sus hijos en común, Bautista, Beltrán y Benicio. Pero antes de esto hubo tempestades que terminaron por quebrar la relación, entre ellas, el inesperado fallecimiento de su hija Blanca.
Se conocieron por una persona en común: Gonzalo Valenzuela. Por esa época, 2004, se emitía Machos y su desempeño llamó la atención de los productores argentinos, instalándose en Buenos Aires para protagonizar la miniserie Doble Vida, donde Pampita era parte del elenco. Y si bien la prensa generó rumores de una relación amorosa entre ambos, lo cierto es que era una pantalla para otra relación. El de Pampita con el amigo de “El Manguera”.
Como ambos venían de terminar recientes relaciones, mantuvieron los primeros encuentros en secreto e incluso los tildaron de amantes. Y dicen que apenas se vieron el flechazo fue inmediato. Y que ya no pudieron separarse más.
A los pocos meses de estar juntos, Carolina y Benjamín se enteraron que serían padres de Blanca, quien nació el 15 de mayo de 2006, y se instalaron en Chile. Es más, fue todo tan rápido, que el ex de Carolina Ardohain, Martín Barrantes, la demandó por adulterio y ganó. Pero retiró los cargos tras la muerte de la pequeña. Rápidamente se convirtieron en una de las parejas más mediáticas y queridas por el público.
Ya en plan familia, Pampita puso su carrera laboral en pausa para acompañar al actor por el mundo. Vivieron en Chile, en España y en 2008 volvieron a Argentina para establecerse. Y donde se convirtieron padres por segunda vez de Bautista (el único de sus cuatro hijos que nació en Buenos Aires). Luego, en junio de 2012 nació Beltrán y apenas dos meses después, familia partía rumbo a México para unas vacaciones que cambiarían su vida como la conocían.
Benjamín y Pampita demostraron ser excelentes compañeros de vida, enfrentando juntos los desafíos que se les presentaban. Las redes sociales se inundaban de sus fotografías juntos, sus celebraciones familiares y momentos cotidianos que reflejaban la profundidad de su conexión.
A pesar de las inevitables presiones de ser una pareja en el ojo público, lograron mantener la esencia de su relación, priorizando siempre el bienestar de sus hijos.
En 2012, enfrentaron una de las pruebas más difíciles que una pareja puede atravesar: la pérdida de su hija Blanca, quien falleció en una clínica en Santiago de Chile.
El dolor de perder a un hijo es inimaginable, y la pareja tuvo que lidiar con la tristeza en el ojo público. Los medios estaban constantemente buscando reacciones, declaraciones y cualquier indicio de cómo estaban manejando el duelo.
Para muchos, fue sorprendente ver cómo ambos lograron apoyarse mutuamente en esos momentos oscuros, enfrentando juntos el dolor y encontrando consuelo el uno en el otro.
A pesar de la inmensa tristeza, esta tragedia pareció fortalecer su vínculo. Se mostraron más unidos que nunca, asistiendo juntos a ceremonias en memoria de su hija y compartiendo con el público la importancia de valorar cada momento con los seres queridos.
Sin embargo, el duelo es un proceso complicado, y cada persona lo vive de manera diferente. Emociones como la ira, la tristeza y la confusión pueden tener un impacto significativo en una relación, y para Benjamín y Pampita, no fue diferente.
Dos años después, en octubre de 2014, nació Benicio, el cuarto hijo de la pareja. “Naciste en medio del dolor más profundo como un milagro“, le dedicó el actor en Instagram para uno de sus cumpleaños. El niño que llegó después de la tragedia para devolverles la sonrisa.
Si bien nunca se casaron, celebraron una fiesta en 2015. Pero esta celebración trajo más dudas que certezas, con discusiones incluso durante la fiesta. Al poco tiempo comenzaron a circular rumores sobre el distanciamiento de la pareja.
La relación entre Pampita y Benjamín Vicuña había enfrentado muchos desafíos. Y aunque para el público eran la pareja perfecta, detrás de cámaras, existían tensiones y desencuentros.
En este contexto de rumores, el proyecto de El Hilo Rojo llegó a la vida de Vicuña. La película, una historia intensa y pasional, lo emparejó en pantalla con la actriz Eugenia “China” Suárez. Y tal como ya lo habían “emparejado” con todas sus compañeras de set, no tardaron en surgir comentarios sobre la química entre ellos, dentro como fuera del set.
Las especulaciones se intensificaron, avivadas por la percepción de que la relación entre Pampita y Vicuña ya atravesaba por un período complicado. Y alcanzaron su punto álgido cuando Pampita afirmó haberlos encontrado en una situación comprometedora dentro de un motorhome durante una grabación. “Entré y vi lo peor que una mujer puede ver”, dijo, en referencia a la tarde de fines de 2015 que no olvidará jamás.
Esta situación, ampliamente cubierta por los medios, causó un alboroto en el mundo del entretenimiento. Las partes involucradas tuvieron diferentes versiones de la historia, lo que llevó a un debate público sobre qué había sucedido realmente.
Pampita, lastimada y traicionada, finalmente optó por el distanciamiento. Su relación con Vicuña terminó oficialmente y, pese a los duros momentos, Pampita demostró su fortaleza, llevándose solo su ropa y dejando atrás cualquier rastro material de su relación.
Estos eventos fueron difíciles no solo para los involucrados, sino también para sus familias y amigos cercanos que tuvieron que ver cómo dos personas, que alguna vez fueron inseparables, ahora estaban en lados opuestos de una controversia mediática. “Cosas que pasan. Cosas de pareja. Una historia de 10 años. Un desenlace que no me esperaba. Sorpresas. Esas cosas…”, diría luego Pampita.
Lo que estaba claro era que esta situación había dejado una marca imborrable en la historia de amor entre Benjamín y Pampita. Sin embargo, el tiempo eventualmente trae perspectiva y sanación. Y pareciera que Pampita y Benjamín son un buen ejemplo de aquello.
Al poco tiempo Vicuña y China Suárez confirmaron su relación. Y en 2018, la pareja tuvo su primera hija, Magnolia. Esta pequeña luz marcó un nuevo capítulo en la vida del actor, reafirmando su deseo de construir una familia llena de amor. Dos años después, en 2020, Amancio llegó a sus vidas, aportando una nueva dosis de felicidad.
Por su parte, Pampita, nunca estuvo alejada de los reflectores y los rumores amorosos. Después de Vicuña, tuvo relaciones con Polito Pieres y Pico Mónaco, y aunque cada romance tuvo su encanto, ninguno logró consolidarse en el tiempo.
No obstante, el destino tenía guardada una sorpresa para la modelo. En 2019, conoció a Roberto García Moritán, un destacado empresario gastronómico. El amor entre ellos floreció rápidamente. Su relación avanzó a pasos agigantados y, tras solo dos meses de noviazgo, Moritán hizo la propuesta de matrimonio en unas idílicas vacaciones en Punta Cana.
Su unión se fortaleció con la llegada de su hija, Anita, en 2021, solidificando aún más su compromiso mutuo.
Las heridas del pasado, aunque dolorosas, con el tiempo pueden cicatrizar. Con el paso de los años, Pampita y Vicuña entendieron la importancia de mantener una buena relación, no solo por ellos, sino principalmente por el bienestar de sus hijos.
A pesar de los altibajos, los momentos compartidos y las memorias construidas como familia son imborrables. El esfuerzo por superar las adversidades dio frutos y, paulatinamente, las apariciones públicas de la pareja, junto a sus hijos, demostraron una convivencia respetuosa y armoniosa.
El evento de los Premios Martín Fierro en 2021 evidenció que, aunque han pasado por diversos capítulos en su relación, los sentimientos y la historia compartida siguen presentes.
La reacción de Vicuña al recibir el premio y sus palabras pusieron en el foco la complejidad de su vínculo con Pampita. Sin embargo, la madurez con la que ambos, y también García Moritán, manejaron la situación, es una muestra palpable de que han logrado construir un puente de entendimiento y respeto mutuo.
La historia de amor entre Benjamín Vicuña y Pampita Ardohain, llena de altos y bajos, recuerda que el amor puede transformarse, pero no desaparecer. Aunque no estén juntos como pareja, su vínculo, reforzado por los hijos y los años compartidos, permanece intacto.
Es un testimonio viviente de que, a pesar de las adversidades, es posible reconstruir, reconciliarse y avanzar, manteniendo siempre el respeto y el cariño en el centro.