Un año después del desastre de OceanGate, un multimillonario estadounidense ha declarado su intención de pagar un viaje en submarino hasta los restos del Titanic para demostrar que se puede hacer de manera segura.
Larry Connor, un magnate inmobiliario amante de las emociones fuertes de Ohio, ha estado en el espacio y en el punto más profundo del océano. Y ahora, su última expedición acompañará al CEO de Triton Submarines, Patrick Lahey.
La intención de la compañía de mini submarinos es reivindicar la reputación y el historial de seguridad del turismo en las profundidades marinas, luego de que cinco personas perdieran la vida en OceanGate.
Lahey había descrito previamente el submarino de OceanGate como una “monstruosidad”. Y conocía personalmente a uno de los pasajeros de la desafortunada misión, Paul-Henri Nargeolet.
“Hice todo lo que pude para disuadirlo de ir allí. Sé que muchas personas que lo conocían hicieron lo mismo“, dijo a la revista BOAT. Ahora, el empresario tiene la oportunidad de visitar nuevamente los restos del Titanic por si mismo.
Connor, planea hacer el descenso en un submarino modelo 4000/2 junto a dos personas más. El magnate fue apodado “thrillionaire” por Forbes, debido a su costoso gusto por la aventura.
El empresario, fue uno de los primeros turistas espaciales en visitar la Estación Espacial Internacional en 2022. “Tienes que estar dispuesto a asumir riesgos calculados, no riesgos estúpidos”, dijo a la revista.
Su embarcación, el Abyssal Explorer de 30 millones de dólares, tiene una calificación de inmersión segura de 4000 metros, 200 metros más de lo necesario para visitar los restos del Titanic.
Connor dijo al Wall Street Journal que había estado planeando la expedición durante más de una década. “Quiero mostrarle a la gente de todo el mundo que, aunque el océano es extremadamente poderoso, puede ser maravilloso y agradable y realmente cambiar tu vida si lo abordas de la manera correcta”, dijo.