Según registros de la compañía, el estreno de Obsesión se ha convertido en el último fenómeno del servicio de streaming. Según la cifra de visualizaciones de esta miniserie de cuatro capítulos, estaríamos por catalogarla como al nueva adicción, y es que quieres seguir viéndola para saber qué ocurre. En resumen: la llave para el éxito.
Estamos ante un nuevo soft porno. Un thriller para adultos. Esto se centra en una relación prohibida, protagonizada por dos personajes que en circunstancias normales no debieran de involucrarse, pero que lo hacen una y otra vez, y la temperatura crece cada vez. Cuatro capítulos de 40 minutos cada uno. O sea, la tienes vista en menos de tres horas.
La historia la protagoniza un exitoso neurocirujano, quien lleva casado un buen tiempo y aparentemente enamorados, con dos hijos adultos. Pero que en una importante fiesta, cruza miradas con una joven. Cuando se encuentran en un bar, Anna, así se llama la chica resulta ser la novia de su hijo, pero prontamente muestra un inusual interés por su futuro suegro.
El neurocirujano en cuestión no pone resistencia y los sucesos se ponen cada vez más arriesgados y más candentes. Porque ya sabemos que mientras más prohibido, más nos atrae. Es fácil darse cuenta que Obsesión termina siendo una mezcla entre Atracción Fatal, el clásico de los ochenta, y las 50 Sombras de Grey, el fenómeno de la década pasada. Y es que pareciera ser que las fórmulas ya están todas creadas y hay que solo echar mano a ellas.
Inspirada en la novela Damage de Josephine Hart, la serie termina pecando de sobreexplicar todos los hechos y las intenciones de los personajes al espectador, y ya sabemos que no nos gusta que nos infantilicen. De todas formas, por lo breve que es, se ve con interés, morbo y no deja de entretener.