Revista Velvet | Obesidad digital: ¿Cuánto engorda el tiempo que pasas en el celular?
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Obesidad digital: ¿Cuánto engorda el tiempo que pasas en el celular?

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Obesidad digital: ¿Cuánto engorda el tiempo que pasas en el celular?

POR Sole Hott | 04 marzo 2021

La Obesidad Digital no es un término nuevo, pero este 2021 cobra más sentido ya que es un problema en aumento. Y es que el consumo excesivo de las nuevas tecnologías tiene consecuencias que van más allá de lo psicológico, y los expertos advierten sobre esta “adicción” que hoy lidera en las consultas psicológicas.

De forma automática pensamos que las consecuencias de este consumo abusivo de contenido digital afectan solo en el plano psicológico, sin embargo, diferentes estudios han demostrado consecuencias físicas como el aumento de peso y la sensación crónica de cansancio.

Un panorama que lejos de ser positivo se ha visto empeorado por la pandemia, y pasamos hasta el 70% de nuestro tiempo en diferentes dispositivos electrónicos y conectados a internet.

El estrés 

Si hay un factor que aumenta la obesidad digital son los niveles de estrés. Y esto es simplemente por el hecho de recibir información. Si lo compramos con la información que recibíamos hace 10 años es considerablemente mayor. Y el estrés aparece porque no somos capaces de procesar todo eso y nos genera ruido, lo que termina en insatisfacción generalizada. Según investigaciones científicas, cuanto más consumimos Internet y redes sociales, más suben los niveles de insatisfacción porque aumentan las comparativas, afectando directamente en nuestra autoestima y seguridad.

Cansancio

La sensación de cansancio crónica es más común en la población de lo que se cree, y también está relacionado con el uso indiscriminado de las tecnologías. Es cansancio por estrés, por la cantidad de información y el ruido. El día se acaba y no hicimos nada. Pero el solo hecho de ser receptor de tanta información, da la sensación de que el tiempo pasa con rapidez, y esto genera fatiga. Muchas veces abrimos un post y no lo leemos completo, pasamos a otro y así. Sin disfrutar.

Es una cuestión de peso

La obesidad infantil ha sufrido un incremento a nivel mundial y eso también está relacionado con el exceso de tecnologías. Pero también ocurre en los adultos, y no es precisamente por no hacer deporte. Lo emocional y la alimentación van de la mano, y cómo nos sentimos influye directamente en los hábitos alimenticios.

Por ejemplo, cuando sientes ansiedad, te enojas rápidamente y te cuesta controlarte. Para calmar ese estado la comida aparece como el mejor tranquilizante. Porque, además, el cerebro reacciona ante la ansiedad y la irritabilidad, generando esa conexión entre el placer y el consumir algo que nos mitigue dicho sufrimiento.

Para algunos expertos comer es precisamente una forma desahogarse y soltar tensión. Y en estos casos se trata de hambre emocional, es decir, comemos para soltar emociones tales como: miedos, estrés, insatisfacción, aburrimiento, baja autoestima y cansancio.

¿Existe alguna solución? Los expertos coinciden en que si bien hay solución, esta abarca más de una medida, pero la primera es controlar el impulso y la acción inmediata de descontrol. Y en cuanto a la comida, mejor evitar tener en casa alimentos que se comen en situaciones como esas. Los que, por lo general, suelen ser altos en grasa y azúcar. La sugerencia es mejor no comprarlos.

Falta de concentración

Cada vez son más las personas que aseguran les cuesta concentrarse. Y es que esto también es una consecuencia del abuso de Internet y redes sociales en nuestras vidas. Cada aparato tecnológico tiene un efecto sobre nuestra atención y sobre nuestras capacidades cognitivas como la memoria, el descanso, el cansancio y la gestión emocional.  Y en este caso la solución es darse espacios y descansos, hasta cambiar la postura. No necesitamos toda esa información, por lo que podemos evitarla.

FOMO

La necesidad de estar conectado tiene un nombre FOMO: fear of missing out o, lo que es lo mismo, miedo a perderse algo. Solo pensar en un día sin Internet, cero conexión, o quedarte sin teléfono por días puede generar un nivel de estrés excesivo en las personas. Perderse de algo y el miedo que eso supone, se convierte en dependencia que termina nerviosismo e intranquilidad.

¿Cómo enfrentar la obesidad digital?

Crear espacios sin tecnología. Tratar de apagar el celular en ciertos espacios o ponerlo en modo avión cuando hagamos cosas que requieran de nuestra atención.

Practicar jornadas libres de teléfono o salir a la calle sin él. Una sugerencia es usar reloj en la muñeca, ojalá analógico, para no mirar el teléfono.

Empezar el día sin mirar el celular. El consejo es tomarse por lo menos una o dos horas ante de mirarlo. Así hacemos las primeras actividades del día en tranquilidad y podemos enfocarnos en otras cosas.

Terminar el día sin mirar el teléfono. Poner una hora y a partir de ahí permitir que el cerebro descanse. Puedes ver televisión, pero dejar el celular de lado. No abusar de la pantalla y la información.

 

 

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