Revista Velvet | Nutricionista propone hacer las paces con la comida y nuestro cuerpo
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Nutricionista propone hacer las paces con la comida y nuestro cuerpo

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Nutricionista propone hacer las paces con la comida y nuestro cuerpo

POR Paulina González | 18 enero 2025

Camila Quevedo lanzó el libro “El sano goce de comer” donde busca ponerle fin la cultura de la dieta. La nutricionista, que es magister en trastorno de la conducta alimentaria y peso inclusivo, reúne historias reales, experiencias en consulta y conocimientos como coaching ontológico para cuestionar nuestra relación con la comida y las dietas restrictivas.

“Las redes sociales tienen un impacto profundo en cómo percibimos nuestros cuerpos. Refuerzan la tendencia a compararnos constantemente con los demás, dejando esta sensación de que algo debemos cambiar, modificar o estar en constante búsqueda de ello”, reflexiona la autora.

Es por esto que ella asegura que “cuestionar los estándares de belleza y fomentar espacios inclusivos puede ayudarnos a construir una relación más sana y amable con nuestros cuerpos y nuestra autoimagen”.

Además, la autora invita a entender la comida como una forma de conocer el mundo y la cultura a través de sabores, aromas y texturas. Y para esto se hace necesario distinguir entre hambre y apetito, que difieren tanto en su origen como en su forma de manifestarse.

¿Cuál es la diferencia? El hambre es una necesidad física y biológica, mientras el apetito es un deseo subjetivo influenciado por factores emocionales, sociales, culturales y ambientales, y se traduce en las ganas de comer algo específico.

Quevedo se dedica a fomentar la “alimentación intuitiva”, una corriente que promueve escuchar y responder a las señales internas del cuerpo para decidir cuándo, qué y cuánto comer, sin reglas alimentarias y sintiendo la libertad de elegir según el momento y contexto.  “Mi deseo es sembrar en cada uno el sano goce de comer, que aprendamos de la flexibilidad, de honrar y cuidar el cuerpo y también nuestra salud mental”, concluye Camila Quevedo.

Consejos prácticos de la autora

Para volver a conectar con el placer de comer sin tanto dogma y regla, lo prioritario es eliminar de nuestros hábitos esta idea de que hay alimentos buenos y malos, y volver a recordar que todo requiere un contexto.

– Necesitamos toda la variedad de alimentos para saciarnos de vitaminas, minerales, fibras, antioxidantes, proteínas, grasas y carbohidratos. Las cantidades y relaciones son individuales. Pero variedad necesitamos todos y también es necesario saciar las ganas, antojos y placer.

 -Reflexiona sobre tus creencias alimentarias, muchas de ellas están basadas en mitos o en desinformación.

 -Comencemos por incorporar los alimentos que te gustan, que disfrutas y que has sacado porque las dietas restrictivas del pasado no te los permitían o las reglas alimentarias te dicen que te hacen daño.

 

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-Comienza a darle más espacio al sentir. Sentir tu hambre, tus ganas, tu apetito, tu saciedad, que no sea tu mente la única que decida. Suma estos factores a la hora de decidir qué vas a comer.

 -No restrinjas: No hay alimento malo o bueno. Los alimentos son alimentos, sin valor moral. Incorpora variedad y equilibrio.

 -Integra todos los sentidos en el acto de comer, así conocerás más los alimentos. Prueba un día hacerlo con los ojos cerrados, será redescubrir un mundo de sabores, texturas y aromas que con tanta regla alimentaria seguramente pasaste por alto.

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