El príncipe Harry no siente lástima de sí mismo. «Desde luego, no me veo como una víctima», dijo el Duque de Sussex durante una charla en línea con el Dr. Gabor Maté el sábado para hablar de Spare, sus memorias recién publicadas.
Harry incluso añadió que al escribir su libro siente que está realizando un servicio público. «Estoy muy agradecido de poder compartir mi historia con la esperanza de que ayude, dé poder, anime a los demás».
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Y continuó: «Y, con suerte, permita que la gente entienda, de nuevo volviendo a la experiencia humana, (que) de alguna forma todos estamos conectados, especialmente a través del trauma».
El royal dijo que cuando se embarcó por primera vez en el viaje de escribir sus memorias, le dijo a su equipo editorial que quería que fuera «un acto de servicio».
«Sé lo importante que es compartir estas historias, cómo puedes salvar una vida y mejorar vidas porque casi estás dando permiso a la gente para hablar de sus propias cosas y ser ellos mismos», añadió.
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A pesar de lo que pueda pensar South Park, el duque de Sussex afirmó que nunca ha buscado la compasión de los demás, señalando: «No busco ni he buscado nunca simpatía en esto».
Harry dijo que debido a sus experiencias vitales, a lo largo de su infancia, sus 38 años de vida y el trabajo que ha realizado en torno a la salud mental, ha sentido que su historia «ayudará a alguien o a algunas personas ahí fuera».
El príncipe británico también señaló que, aunque puede haber «perdido mucho» por dejar la realeza junto a su esposa, Meghan Markle, en 2020, al mismo tiempo, ha «ganado mucho».
«Ver a mis hijos crecer aquí, de la forma en que lo están haciendo, simplemente no puedo imaginar cómo eso habría sido posible de vuelta en ese entorno», dijo Harry.
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«La forma en que yo lo entiendo es que puedes hacer todo lo posible cada día para no transmitir ningún trauma que tengas como padre, pero si sigues atrapado en el mismo entorno, es como autodestructivo», señaló.
En la entrevista, de 90 minutos de duración, se profundizó en la experiencia de Harry con la terapia. Y también, admitió que no se atrevía a hablar del trauma que supuso la muerte de su madre, la princesa Diana, a los 12 años.
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El padre de dos hijos reveló que pensaba que acudir a un terapeuta le haría perder todo lo que «le quedaba» de su madre, pero se sintió aliviado al descubrir que no era cierto.
«Resulta que no fue así, sino todo lo contrario», explicó Harry, añadiendo que se enteró de que Diana «quería que yo fuera feliz y eso me quitó un gran peso de encima».