Revista Velvet | Notting Hill pinta sus casas de negro para alejar a turistas e influencers: “Lo llamamos Notting Hell”
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Notting Hill pinta sus casas de negro para alejar a turistas e influencers: “Lo llamamos Notting Hell”

Notting Hill pinta sus casas de negro para alejar a turistas e influencers: “Lo llamamos Notting Hell”
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Notting Hill pinta sus casas de negro para alejar a turistas e influencers: “Lo llamamos Notting Hell”

POR equipo velvet | 16 junio 2025

El reconocido barrio en el que vimos enamorarse a los personajes de Julia Roberts y Hugh Grant se ha vestido de negro. Esto, porque los residentes de este barrio se han cansado del turismo masivo.

Notting Hill, el barrio londinense conocido por sus casas de colores, y la película homónima, se ha cansado de ser un destino turístico. Y así como los dueños de la casa de Carrie Bradshaw en Nueva York, los residentes están considerando en poner cadenas en la entrada. Además de “apagar” sus colores.

Durante años, cientos de visitantes llegan hasta Lancaster Road y Portobello Road para sacarse fotos junto a las coloridas fachadas o en los lugares del rodaje de Notting Hill (1999). Por lo mismo, algunos vecinos están haciendo un llamado al resto para decir basta.

Los colores rosados, celestes y amarillos, han sido reemplazados por negro, un tono que “no queda tan bien en Instagram”. Estas últimas, palabras de los tres propietarios dichas a varios periódicos británicos. El objetivo es simple, disuadir a los turistas de instalarse a sacar fotografías, que entren en las propiedades, hagan ruido o dejen su basura.

Por su parte, los dueños de estas tres casas reformaron sus fachadas y han iniciado una campaña para que otros sigan su ejemplo. Esperan repintar todas las viviendas, especialmente las de Lancaster Road y Portobello Road, de a aquí a finales de este año.

“Está claro que los colores brillantes y contrastados de las casas son un gran atractivo para las redes sociales. Y si bien valoramos el encanto de nuestra calle, la consecuencia no deseada ha sido el aumento del turismo disruptivo”, dice una carta enviada a los vecinos del barrio, de acuerdo al diario The Standard.

Mientras tanto, las medidas que ya han tomado algunos van más allá de la pintura negra, e incluyen cadenas y cuerdas para intentar impedir que la gente pose en sus escaleras. También se han colocado carteles de “zona tranquila”. “Tristemente, había gente posando fuera desde las siete de la mañana hasta después del anochecer”, ha dicho uno de los residentes al medio citado, explicando el por qué decidió repintar su casa. Además, aseguran que han tenido que aguantar groserías constantes o que algunos turistas les pidieran regresar a su casa para no arruinar la foto.

Vivir en una de las calles “más instagrameables” de Londres afecta la vida de los residentes. Y la lista de quejas y de experiencias desagradables es extensa. Christine, vecina desde 1981, dijo al The Times: “Es como vivir en un parque temático. Se supone que es Notting Hill, pero lo llamamos Notting Hell (infierno, en español)”. Un vecino, que prefiere no dar su nombre, afirmó al The Standard: “Es un turismo realmente invasivo y excesivo, sin motivo. No somos un museo”. Y agrega sobre cuándo comenzó a ver el cambio, “Sucedió durante la pandemia. Esta calle siempre ha tenido colores, pero nunca hemos tenido ningún problema. Tenemos que aparecer en alguna lista de influencers. Y todos, como ovejas, le siguen. Cada 30 segundos hay un grupo nuevo. No puedes pedirle a la gente que se detenga porque estarás ahí todo el día pidiéndoles que no dejen basura o que guarden silencio. Somos muchos los que teletrabajamos. Es muy difícil trabajar por el ruido. Estamos constantemente recogiendo basura”. “La gente simplemente no entiende que estas son casas. No es un museo, no es un parque de atracciones, no es un restaurante, no son hoteles. Es una calle residencial. Hay casas como esta por todo el oeste de Londres. No sé por qué vienen a este lugar en particular”, concluye.

Donald Francis, también residente de Notting Hill, dice al The Times pide a los turistas “ser educados y corteses” y que el Ayuntamiento coloque carteles para recordar que se trata de residencias privadas. “Durante los primeros seis meses me pareció divertidísimo. Ahora, cuando intentas llegar a casa con bolsas de la compra un sábado, tienes que abrirte paso entre la multitud que se ofende cuando les pides que se muevan. En verano es como si nos invadieran. Quiero sentarme en las escaleras, pero se llena demasiado, así que me siento dentro con las persianas bajadas para ahogar el ruido y evitar ser el centro de atención de las selfies”, cuenta Francis.

Pero esos no son los únicos problemas, otras declaraciones hablar sobre problemas a la hora de arrendar. “La gente que vive en la calle tiene muchas dificultades para arrendar (sus casas) porque la gente llega y ve a 200 personas fuera. Ni siquiera puedes caminar por la calle ni atravesar a la gente, te chasquea el dedo y es grosera si intentas entrar en tu propia casa. Incluso me han robado cosas del auto. Se ha convertido en una pesadilla”, afirma a The Standard.

Ahora bien, pintar todo de negro puede que también resulte atractivo.  Es más, Jaicie Colmar y Julia Stephens, dos estudiantes norteamericanos que vieron las coloridas calles en un video de TikTok, dan su parecer al The Times. La primera asegura afirma que si estuvieran las fachas de negro no aparecerían en su feed de Instagram, mientras que la segunda plantea que “Si todas las casas fueran negras… eso sería interesante”.

 

¿Por qué las casas de Notting Hill fueron pintadas de colores?

Esta tradición comenzó tras la II Guerra Mundial para ocultar el ladrillo. Y es que con el paso de los años, el vecindario pasó de ser habitado por personas de clase obrera a convertirse en uno de los más exclusivos y ricos de Londres.

Así como ocurrió con Notting Hill, esto ya sucedió con el departamento de Carrie Bradshaw en Sex and The City, o en Maya Bay, en la isla de Ko Phi Phi Lee, en Tailandia, luego de la película La playa, protagonizada por Leonardo DiCaprio en 2020, la cual incluso estuvo cerrada para cuidar el ecosistema.

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