Revista Velvet | Noor de Jordania: La reina con el destino escrito en una taza de café
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Noor de Jordania: La reina con el destino escrito en una taza de café

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Noor de Jordania: La reina con el destino escrito en una taza de café

POR Sole Hott | 09 octubre 2021

“Volverás a Arabia y te casarás con alguien de alta cuna, un aristócrata de la tierra de tus ancestros”, fue la predicción de las borras del café para Lisa Halaby cuando tenía 25 años. Poco después conocería al hombre de su vida, se convertiría al islam y sería reina de Jordania. Si fuera una película, la historia de Noor podría titularse: Una norteamericana en Medio Oriente. Más allá de un guion romántico, no faltarían las intrigas palaciegas, el drama familiar e incluso los intentos de asesinato.

Antes de ser llamada “Su Majestad”, Noor de Jordania respondía al nombre de Elizabeth Najeeb Halaby. De ascendencia sirio-libanesa por parte paterna y sueca por la de su madre, Lisa, –quien nació el 23 de agosto de 1951 en la ciudad de Washington– ya pertenecía a cierta aristocracia. Su padre, a quien ella ha descrito como lejano y estricto, fue nombrado jefe de la Agencia Federal de Aviación por el presidente John F. Kennedy y era director ejecutivo de la Pan American World Airways (más conocida como Pan Am), la aerolínea internacional más importante de los Estados Unidos desde 1930 hasta su quiebra en 1991.

Elizabeth estudió en Chapin, la misma escuela para señoritas de Jackie Kennedy, y obtuvo la licenciatura en Arquitectura y Urbanismo en la Universidad de Princeton en 1974, convirtiéndose en una de las escasas mujeres de la primera generación en graduarse.

Intrigada por sus raíces, la arquitecta viajó a Teherán a mediados de los 70. Durante una comida en un restaurante, un cercano predijo su fortuna través de la lectura del café, un arte adivinatorio tradicional de Medio Oriente que se basa en la interpretación de las imágenes que se forman con la borra del café y que brinda claves para entender el futuro, el presente y el pasado. “Volverás a Arabia y te casarás con alguien de alta cuna, un aristócrata de la tierra de tus ancestros”, le dijo. Pocos años después, aquella predicción se hizo real.

AMOR A PRIMERA VISTA

Lisa Halaby conoció al rey Hussein cuando tenía 25 años, durante un viaje de trabajo en Jordania. Por aquel entonces, el monarca hachemita ya se había casado tres veces y estaba de luto por la muerte de su última esposa, la reina Alia, fallecida en un sospechoso accidente de helicóptero.

Hussein era 16 años mayor que Lisa y algunos centímetros más bajo que ella, pero cercanos al monarca aseguraron que el flechazo fue inmediato. Es más, ordenó a sus secretarios sumar a la joven a sus reuniones, aunque no tuvieran relación directa. “Era una persona extremadamente bien educada, muy inteligente e increíblemente guapa. No es nada sorprendente que el rey Hussein perdiera la cabeza por ella”, escribió el historiador israelí Avi Shlaim en una biografía del rey Hussein.

Las reuniones de trabajo pasaron a convertirse en cenas. “Durante seis semanas comimos juntos cada noche. Hablamos sobre todo. Fueron encuentros maravillosos en los que nos dejamos conocer”, reveló la futura reina a The New York Times, poco antes de su matrimonio. A pesar del pasado playboy del rey, se casaron el 15 de junio de 1978. “No puedo negar que la idea de ser la cuarta esposa, la cuarta esposa de quien sea, era algo que me perturbaba”, escribió Noor de Jordania en su autobiografía, Salto de fe.

Ella fue la única mujer en su boda, la que duró cinco minutos. Tiempo que bastó para convertirse al islam, abandonar los tacos, dejar atrás su nombre y pasar a formar parte de la dinastía hachemita. Fue una celebración muy alejada de lo que ella imaginó. Casi de forma instantánea comenzaron las intrigas palaciegas y los rumores sobre la conexión entre su unión con una maniobra de la CIA para desestabilizar al país. Y a la corte no le parecía ni la religión de la novia, ni que midiera más que el rey.

LA GRACE KELLY JORDANA

Una vez casados, el rey la bautizó como Noor Al-Hussein, que significa en árabe “Luz de Hussein”. Se convirtió en madrastra de ocho hijos de las anteriores esposas de Hussein: la reina Dina, la británica reina Muna y madre del actual monarca jordano – Abdalá, casado con Rania–, y la reina Alia.

Tras su boda real, el mundo descubrió la elegancia y el estilo de Noor, convirtiéndose en celebrity de la prensa y apodaba la Grace Kelly de Medio Oriente. Mientras intentaba llevar su lado más fashionista al vestuario de su marido, también se dedicó a la maternidad. Entre 1980 y 1986, tuvieron cuatro hijos: los príncipes Hamzah y Hashin, y las princesas Iban y Raiyah.

Pese a los rumores e intrigas, la pareja supo navegar en las aguas de los estereotipos de la monarquía jordana. Noor trató de impregnar algo de modernidad, logrando incluso que Steven Spielberg filmara Indiana Jones y la última cruzada en Petra.

“Mi vida ha sido un cúmulo de tragedias. Ella me ha dado una fuerza y una felicidad que no creía posible volver a encontrar”, sentenció el rey Hussein. Lamentablemente, la luz personal del rey Hussein se apagó el 7 de febrero de 1999, luego de morir por un cáncer linfático. Y como era de esperar, ocho hijos y una sucesión al trono fueron una bomba de tiempo.

DE REINA A RANIA

El heredero del rey Hussein de Jordania debía ser su hermano Hassan. Sin embargo, el monarca cambió de parecer antes de su muerte, dejando como sucesor a su primogénito Abdalá, hijo de la reina Muna y marido de Rania. Entre los pasillos se rumoreaba que Noor quiso hacer uso de sus influencias sobre el rey para que éste nombrara a su hijo primogénito, el príncipe Hamzah, como heredero al trono. Sin embargo, sólo logró que lo dejara como segundo en la línea de sucesión. “Apoyé plenamente su decisión”, escribió Noor de Jordania. En 2004, Abdalá sacó a su hermano de la sucesión al trono, poniendo a su hijo mayor como heredero.

En abril de este año, los medios aseguraban que el príncipe Hamzah había intentado un golpe palaciego, por lo que el rey ordenó su detención. Mientras los altos cargos involucrados han sido condenados con 15 años de cárcel, Hamzah niega las acusaciones y tuvo que jurar lealtad al rey Abdalá II. Desde Estados Unidos y después de mucho tiempo, Noor alzó la voz en Twitter: “Orando para que la verdad y la justicia prevalezcan para las víctimas inocentes de esta malvada calumnia. Dios los bendiga y mantenga a salvo”.

Luego de que el Abdalá II subiera al torno en 1999, Rania trató incansablemente de quitarle el título a Noor para ser la única reina de Jordania, pero no lo consiguió. Ante aquel panorama hostil, Noor decidió abandonar el país y regresar a Estados Unidos, donde continúa trabajando con organizaciones internacionales y pasa sus días entre Jordania, Estados Unidos y el Reino Unido.

Alejada del foco mediático, en agosto cumplió 70 años y en sus contadas apariciones públicas mantiene su estilo característico que combina las telas boho del mundo árabe con los aires modernos americanos.

Lo que la borra de café no predijo fue la relación oculta de Noor con Carlos Slim, el multimillonario mexicano de origen libanés, la cual se destapó en 2009. Slim enviudó de su esposa y madre de sus seis hijos un día después de que falleciera el rey Hussein. “Son dos almas solitarias y afines que se han encontrado”, afirmó una persona cercana a la pareja. Pero a partir de entonces, nunca más se habló del magnate y Noor.

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