Fodor’s recomienda reconsiderar estos destinos para aliviar la presión sobre el medio ambiente y las comunidades locales, mencionando problemas como el impacto ambiental, la gentrificación y la saturación de infraestructuras.
Según la tradicional “Lista de no visitar” de Fodor’s, estos sitios no son necesariamente malos, sino que, en muchos casos, son tan atractivos que reciben más visitantes de los que pueden soportar.
Antártica
De acuerdo a la revista, la cantidad de personas que visitan los glaciares podría duplicarse para 2033. Y aquí nos encontramos con un flujo insostenible para el medio ambiente. De ahí que los especialistas pidan reconsiderar su visita, ya que se trata de un lugar “frágil y excepcional”. Según Fodor’s muchas líneas de cruceros son miembros de la Asociación Internacional de Operadores Turísticos de la Antártida (IAATO), una organización voluntaria del sector, fundada en 1991, que promueve viajes seguros y ambientalmente responsables. Sin embargo, a partir de 2025, la IAATO no tiene autoridad para limitar el número de visitantes.
Islas Canarias
Este es uno de los destinos europeos más concurridos en invierno. A comienzos de este año, sus residentes protagonizaron masivas protestas que derivaron en la creación de una ecotasa para quienes visiten el Parque Nacional del Teide, en Tenerife. Solo en el primer semestre de 2025, llegaron 7,8 millones de visitantes. Asimismo, expertos advirtieron por la crisis de vivienda luego de que el gobierno modificara las regulaciones que permitían a los residentes arrendar sus propiedades en Airbnb y Booking.com. Por su parte, los ecologistas alertaron por los espacios naturales que se degradan, con pérdidas alarmantes de biodiversidad. La escasez de agua y la tensión en la infraestructura son las próximas crisis que se deberán enfrentar.
Parque Nacional Glacier
Los glaciares de esta área protegida de Estados Unidos está desapareciendo. El Parque Nacional se está calentando casi al doble de velocidad que el promedio mundial. De los aproximadamente 150 glaciares que rodeaban sus cimas a principios del siglo XX, solo quedan 27. Y se prevé que desaparezcan para 2030, según Fodor’s.
La gran afluencia genera una mayor congestión vehicular en la emblemática carretera Going-to-the-Sun de Glacier, así como una acumulación más rápida de basura y un mayor riesgo de perturbación de la fauna.
Isla Sacra
Este tranquilo distrito costero a solo 32 kilómetros de Roma ocupa el cuarto lugar. De acuerdo a la revista, las autoridades italianas quieren construir un puerto como parte de una iniciativa conjunta entre el gigante de los cruceros Royal Caribbean y el fondo de inversión británico Icon Infrastructure. Sin embargo, los planes provocaron la ira de residentes y activistas ambientales.
Región de Junfrau
Esta región de Suiza se enfrenta a un reto clave: equilibrar el auge turístico con la preservación de su entorno y la calidad de vida local. Esto, porque la popularidad de la zona ejerce presión sobre los recursos naturales y la vida cotidiana de sus residentes. Los residentes también enfrentan problemas de arriendo ya que los propietarios arriendan sus departamentos en Airbnb en lugar de hacerlo a quienes necesitan alojamiento.
Ciudad de México
Aquí los vecinos denuncian que los arriendos temporales, tipo Airbnb, profundizaron la crisis habitacional. Y más específico aún, de acuerdo a informes, algunos elementos de la cultura de la Ciudad de México también se han visto afectados por los nuevos residentes. Esto incluye desde la reducción del nivel de picante en los restaurantes para adaptarse a los extranjeros, hasta la difusión de la lengua inglesa. Estos barrios han sido ampliamente criticados como “neocolonias” donde los extranjeros más adinerados están transformando el panorama.
Mombasa
Kenia se está posicionando rápidamente como el principal centro turístico de África. Admirada por sus playas tropicales y hogar de reservas naturales protegidas con especies de vida silvestre únicas, experimentó un turismo excesivo que ha dejado un agotamiento de recursos, sobrepoblación, carreteras en mal estado y congestionadas. Además de una deficiente gestión de residuos e invasión que pone en peligro el litoral. Las encuestas de salida turística advierten que Mombasa corre el riesgo de perder su atractivo, asegura la revista.
Montmartre
En los últimos años la afluencia en este barrio de París ha superado la capacidad de los 30.000 residentes. Unos 11 millones de visitantes acuden a la basílica cada año, incluso más que a la Torre Eiffel. De ahí que la revista no recomiende ir, esto porque los precios de los bienes raíces en la zona se han disparado un 35% tan solo el año pasado. Y la llegada de cada vez más turistas está provocando lamentables pérdidas en la cultura y el color local. De seguir así, los expertos advierten que Montmartre podría verse “progresivamente despoblado”, contribuyendo a “una pérdida de ‘autenticidad’ o a una modificación de la identidad local”.