Cada vez son más las personas mayores que recurren a los diferentes procedimientos estéticos. Esto, algo que no debería extrañarnos si consideramos que en 1990, solo 75 personas de todo Chile tenían más de 100 años. Ya en 2017, el censo reportó más de 5.000 personas con esa edad.
Además, hoy la expectativa de vida en el país es de 82 años, y recientemente el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) estimó que para 2050 el 32% de la población será mayor de 60 años.
“Muchas personas mayores llegan a edad avanzada haciendo deporte, siendo muy activos en el trabajo, etc. Entonces es natural que quieran que su cuerpo refleje esa energía interna que sienten. En esos casos, la cirugía plástica viene a darles el placer de sentirse mejor consigo mismos”, comenta el Doctor Esteban Torres, de la Sociedad Chilena de Cirugía Plástica.
La psicóloga Carolina Baar coincide. “Muchos llegan a esa etapa de su vida muchísimo mejor -corporal y energéticamete- que hace años. ¡Muchos incluso afirman que cuando se ven al espejo no se reconocen! Esto debido a que se sienten más jóvenes que su edad biológica (con más energía, más vitales, etc). Por lo tanto, el realizarse un procedimiento estético de manera responsable, con las indicaciones pertinentes, puede lograr aumentar su autoestima, su autopercepción“, comenta.
Entre las cirugías estéticas más populares de las personas mayores en Chile, encontramos aquellas que combaten los signos de envejecimiento, como párpados, rostro y mamas. “La edad avanzada en sí misma no es un motivo para evitar una cirugía estética, pero sí puede plantear algunas preocupaciones adicionales, dependiendo del procedimiento quirúrgico. Por ello, es muy importante que los pacientes entablen una buena relación con sus doctores. Y que siempre se informen al máximo sobre qué va a implicar uno u otro procedimiento”, afirma el Doctor Esteban Torres.
Además, algunos estudios recientes han demostrado que el riesgo de complicaciones en personas mayores, en comparación con personas más jóvenes, es prácticamente insignificante. Eso claro, si los mayores son evaluados previamente de manera adecuada y exhaustiva para detectar problemas de salud.
Además, añade Carolina Baar, “es una tarea y una responsabilidad de los médicos detectar si el paciente tiene alguna patología asociada que por más que se realice una y otra cirugía nunca estarán contentos con ellos mismos y nunca será suficiente”. Pese a eso, concluye “una cirugía plástica en las personas mayores puede, sin dudas, tener un impacto positivo , un incremento en su autoestima y en su autopercepción”.