Fotos: Sebastián Utreras
A propósito de la controversia por las tres sociedades con derechos de agua en las que tiene participación, el secretario de Agricultura dice que, en todas, es socio minoritario. Reconoce que se debiera inhabilitar en la discusión del Código de Agua, pero siempre y cuando la administración de recursos hídricos dependiera de su cartera y no del Ministerio de Obras Públicas. Ante la peor sequía que enfrenta el país en su historia, apunta a legislar para crear más desaladoras y dice que están haciendo todo lo posible para evitar un racionamiento de agua.
El día en que se realizó esta entrevista Antonio Walker venía llegando del norte del país. Ahí pudo constatar los daños causados por los aluviones en Atacama. Previo a eso, había estado junto a su equipo en el sur monitoreando los incendios que no dieron cese a los brigadistas. El ministro de Agricultura dice que prefiere andar en terreno, le gusta mucho más que estar en su oficina con una vista privilegiada a la Plaza de la Constitución y La Moneda.
En una era en donde nos enfrentamos a una transformación de conciencia global debido a los efectos del cambio climático, Walker se muestra consternado. “Estoy impactado con las consecuencias del cambio climático. Una de ellas es un clima mucho más extremo, con incendios en el sur y lluvias en el norte. Cuando hay sequía, esta es mucho más prolongada y en el desierto está lloviendo cada vez más. El cambio climático llegó para quedarse y tiene un tremendo impacto en la ciudadanía, pero también en la agricultura. Tendremos que habituar las prácticas a este contexto (…) Por ejemplo, hoy no podemos seguir cultivando los suelos como lo hacíamos antes, tendremos que usar cero labranza, hay que cambiar la fertilización nitrogenada, y la producción de carne tendrá que ser a base de pastoreo natural para que aprovechemos la pradera y así absorber CO2. Se viene un cambio en la producción agrícola. Hay que ir hacia un sistema de producción de alimentos de forma sustentable, eso quiere decir que hay que respetar el medioambiente”.
– ¿Hay un plan del gobierno para eso?
– Sí, nosotros como Ministerio de Agricultura hemos escogido tres pilares y cuatro ejes. Los tres pilares se fundan en que tenemos que hacer agricultura sobre un equilibrio entre el medioambiente, el tema social y el económico. Sobre estos tres pilares se sustentan cuatro ejes: la asociatividad, es decir, cómo romper el individualismo que hay en la agricultura chilena y asociarnos entre nosotros; el agua y la sustentabilidad; la modernización del ministerio, para eso hemos enviado un proyecto de ley, y, por último, el desarrollo rural. Más que hablar de números tenemos que hablar de qué hay detrás del número. Queremos una agricultura sustentable, una productora de alimentos que sea carbono neutral y que deje una profunda huella social con impacto regional. Hay nuevas demandas sociales y nuevas demandas del consumidor que quiere cada vez más productos naturales.
– Cada vez hay más personas veganas en el país.
– Claro. Cada día tenemos que ir más hacia la producción orgánica y biodinámica de los alimentos.
–Es interesante escuchar a un ministro de agricultura hablar de producción orgánica.
–Acabamos de lanzar la encuesta Cadem por lo mismo. Hemos hecho muchas visitas a regiones con el fin de escuchar a la gente que está más cerca de la producción y de la tierra y con ese relato de ellos construimos los pilares y ejes que mencioné anteriormente. También sacamos un programa con voluntarios universitarios que fueron al mundo rural para que nos contarán lo que recogieron. Hemos participado activamente por el Chile que queremos, este ministerio es el que más diálogos ha hecho. Los resultados de la Cadem dicen que el ciudadano común y corriente ve a la agricultura como el principal sector económico de Chile, antes que la minería, porque es productora de alimentos y genera desarrollo en las regiones. La migración de los jóvenes a la ciudad es un aspecto negativo y la gente nos ve como un sector precario en todo lo que tiene que ver con condiciones laborales. Eso tenemos que mejorarlo.
–Ministro, estamos enfrentando la mayor sequía en la historia del país. ¿Por qué llegamos a este punto?
–Esta sequía es consecuencia directa del cambio climático, pero también llegamos a este punto porque ha llovido mucho menos y eso ha hecho que disminuyan las reservas de nieve y que tengamos menos caudal en los ríos. Antes, el agua era un bien abundante y hoy es un bien escaso. La principal razón de por qué estamos en esto se debe a que ha llovido mucho menos en un país que consume mucho más, y también porque no hemos hecho inversiones en recursos hídricos. Tenemos aún muchas fuentes de agua, pero hay una infraestructura de riego muy precaria. De Atacama a Biobío vierten al mar 55 mil millones de metros cúbicos de agua, si nosotros tan solo ocupáramos 10 mil millones de metros cúbicos, pudiéramos asegurar el agua para los 1,2 millones de hectáreas de riego que tenemos en Chile.
–¿Han sido solo factores climatológicos o también ha influido el mal uso en la distribución de los derechos del agua?
–Son muchos factores, entre ellos no hemos hecho a la desalinización del agua que debiéramos haber realizado.
–O sea, ¿tenemos que mirar al mar?
–Sí, tenemos que mirar hacia el mar de todas maneras. En Chile hay más de 20 desaladoras y tenemos que ir en esa dirección, porque el costo de la energía ha bajado dos tercios respecto a lo que teníamos hace diez años. Tenemos el mar y su ventaja es que, si hacemos esa inversión y no llueve, el embalse no puede acumular agua, mientras que en el mar tenemos esa agua. Hay que crear la legislación para incentivar la inversión en desaladoras.
–Ministro, ¿de quién es el agua en Chile?
–El agua es del Estado, es un bien nacional de uso público que le entrega un derecho de aprovechamiento al particular. ¿Cuál fue el error? Había mucha gente que no la usaba y especulaba con esa agua, por eso ahora con esta modificación que queremos hacer, de aumentar el pago de patentes por no uso, el agua debe ser para quien la ocupa.
–¿Quiénes son los especuladores en el tema del agua?
–Ha habido muchos especuladores, pero a la agricultura no le conviene que el agua esté en manos de gente que no la ocupa.
–Insisto, ¿quiénes son esos especuladores?
–No sé quiénes son. El presidente Lagos introdujo el pago de patentes por no uso para terminar con eso. Lo que me interesa como ministro de agricultura es que el agua se use y la agricultura ocupa el 75% del agua, pero que se entienda bien que es para producir alimentos. Necesitamos un Código de Aguas actualizado que legisle con la mayor justicia social.
–¿Vamos a tener que enfrentar un racionamiento del agua?
–Estamos haciendo todo lo humanamente posible para que no haya racionamiento. Es importante ver cuáles serán las condiciones climáticas en el futuro. El llamado es a tener una nueva gestión del agua y mayor cuidado en su uso.
LA POLÉMICA POR SUS DERECHOS DE AGUA
–Ministro, Rodrigo Mundaca, de Modatima (Movimiento de Defensa del Agua, la Tierra y la protección del Medioambiente), lo acusó de ser uno de los ministros del gabinete que más derechos de agua tiene, con 29 mil litros de agua por segundo. ¿Qué responde ante eso?
–Hace poco emití una declaración desmintiendo esa información. El agua que tengo es de las sociedades en las que soy socio.
–Tres sociedades en específico, ¿es así?
–Tengo tres sociedades en donde soy socio minoritario, en una de ellas mi se- ñora es socia con un 50%. Me he dedicado toda la vida a administrar campos y a la asesoría técnica. Eso lo aprendí hace muchos años en California. Ahí vi como ellos transformaron el Valle de San Joaquín, que es un desierto, en un área de producción de alimentos. Yo no me quiero hacer el valiente, me ha afectado mucho la campaña de desprestigio que ha hecho Rodrigo Mundaca. Tengo videos de él en donde habla con una violencia verbal que impacta.
–Usted se ha reunido con él anteriormente y en el comunica- do que emitió dice que en las tres sociedades en la que tiene participación tiene derechos por 807 litros por segundo y el porcentaje de su participación alcanza a 234 litros por segundo. Eso dista bastante de los 29 mil litros por segundo que argumenta el señor Mundaca.
–Soy el único ministro que se ha reunido con él. Nos juntamos en esta oficina y fue una reunión muy buena, él salió de acá y puso un tweet muy descalificador que me extrañó mucho, porque el tono de la conversación había sido muy distinto. No sé cuál es el objeto de la campaña que él hace. El agua que tengo es para regar los árboles que he plantado.
–En su comunicado usted dice que se reserva el derecho a emprender las acciones penales y civiles que correspondan.
–Quiero hacerlo, pero no es tan barato. Lo quiero hacer por mi honra, esto me ha afectado mucho en lo personal. Esta es una campaña muy cobarde.
–¿No debiera al menos inhabilitarse en estos temas un ministro que tiene participación en derechos de agua?
–De todas maneras. Si tuviera un poder resolutivo, yo me debiera inhabilitar en la discusión del Código de Aguas. Si fuera diputado o senador lo debiera hacer.
–Entonces entiende que al menos es feo, por llamarlo de alguna forma, que no lo haga.
-Sí, yo creo que me debiera inhabilitar si el agua dependiera del Ministerio de Agricultura, pero eso no es así, el agua depende del Ministerio de Obras Públicas, son ellos los que llevan la discusión con el Congreso.