Con Estados Unidos y Europa ya en fase 2 de cuarentena, de a poco la gente empieza retomar sus actividades y la famosa nueva normalidad se hace presente. Y así como desaparecieron por el momento los grandes conciertos, las semanas de la moda y los museos, restoranes y teatros operan con restricciones, las celebraciones también cambiaron.
Los matrimonios con cientos de invitados y una mesa al lado de la otra, por el momento, son cosa del pasado. Ninguna posibilidad de bailar todos amontonados y menos de pelearse a codazos por un ramo de flores. La nueva tendencia son las microweddings (o minimonios) y aunque parezca mentira, ya están sucediendo en Chile.
Se trata de celebraciones mucho más intimas, idealmente al aire libre, manteniendo la distancia social obligatoria y con mascarilla como parte del vestuario de los novios.
La diseñadora Maca Ridal, que se especializa en vestidos de novia, no ha parado de bordar barbijos. Y ahora incorporó un diseño negro y sobrio para el flamante esposo. “La idea nació para regalonear a mis novias que han pasado por momentos difíciles, teniendo que posponer sus matrimonios o suspendiéndolos. Pero aunque resulte difícil de creer la gente se sigue casando, sobre todo por el civil, y otras organizan algo íntimo”, comenta. Obviamente el tipo de celebración depende dónde estén y las medidas de cuarentena reglamentarias, que no son iguales en todos lados.
“Así que como el proceso de sus vestidos ha seguido en pie, decidí regarles una mascarilla como símbolo de que debemos seguir adelante, y ahora terminé vendiendo a otras novias que me escriben que se van a casar igual, entonces me mandan una foto de lo que se van a poner y yo les hago una mascarilla especial”, dice la diseñadora. La idea es hacerlas con costuras impecables, en telas ricas, para que se sigan sintiendo novias.