Hoy la legendaria actriz, ganadora de múltiples Oscar, Meryl Streep cumple 72 años. Y aunque hay mucho por hablar de su vida, experiencias, interpretaciones e incluso relaciones, hay una en especial que nos encanta y es la que ha forjado durante décadas con su peluquero, J. Roy Helland, quien ha cumplido un papel fundamental durante los últimos 46 años.
Se conocieron en 1975, cuando Streep se mudó a Nueva York luego de graduarse de la Universidad de Yale, ahí comenzó su carrera actoral participando de varias producciones de Broadway. Mientras que al mismo tiempo, un joven Roy también daba sus primeros pasos. “A Roy le ofendía mucho que los tramoyistas tuvieran todos esos carteles de mujeres desnudas por todas partes, mostrando sus pechos y sus traseros. Por ello, en su habitación colocó carteles de porno gay. Nunca había visto algo así en mi vida”, reveló la actriz a Entertainment Weekly.
Cinco años después, su carrera ya había despegado, no solo realizó su debut en la película Julia dirigida por Fred Zinnemann y protagonizada por Jane Fonda, sino que también recibió su primer Oscar a Mejor Actriz de Reparto, por su papel en Kramer vs Kramer. Ella y Hellend continuaban frecuentando de vez en cuando, pero su vínculo se estrechó aún más en 1982, cuando antes de protagonizar Bajo sospecha y La decisión de Sophie (película que luego le dio la estatuilla por Mejor Actriz), Streep le preguntó a su amigo si quería convertirse en su maquillador y peluquero personal a tiempo completo y por supuesto que el aceptó, ahí fue donde partió todo.
El 26 de febrero del 2012, para la 84ª entrega de los Premios Óscar fue una fecha sin duda memorable para ambos, pues no solo Meryl recibió su tercer Oscar luego de encarnar a Margaret Tatcher en La dama de Hierro, sino que también Roy fue galardonado por primera vez a Mejor Maquillaje. “Es un gran honor y una gran alegría. Por eso nos gusta seguir haciéndolo. Es fascinante hacer que su maquillaje se vea diferente. Hace mucho, mucho tiempo, probablemente recibí la mejor lección de maquillaje. Alguien me dijo: ‘No pintes lo que ves; pinta lo que quieras’. De modo que, para nosotros, para Meryl y yo, se trata de que no sea ella, sino que sea quien sea el personaje”, comentó con emoción Helland luego de recibir el premio.
“Hay muy pocos maquilladores que tengan una relación con un actor que les permita crear personajes tan increíbles. Lo suyo es una entidad singular y rara. Es un matrimonio increíble”, comentó el maquillador Bill Corso a The Philadelphia Inquirer en 2009. Y además remarcó que su colega es “un gran diseñador de pelucas” y que se preocupaba como nadie de la piel de la actriz, incluso modificando y diseñando por completo la apariencia de sus cejas días previos a un rodaje, para que de esta forma su rostro se adecuara al papel que debía interpretar.
De esa forma, cada paso que ha dado la actriz, ha sido acompañado por su amigo del alma, quien en mas de una ocasión contó anécdotas o reveló detalles de la vida de Streep. Como lo mucho que lucharon contra Sydney Pollack para que el personaje de Karen von Blixen en Memorias de África, tuviera cabello negro en vez de rubio. O sobre la dramática escena final de Los puentes de Madison, donde la actriz lloró y lloró por jornadas, e incluso en 2019 cuando confirmó que su amiga llevaba una prótesis dental para asemejarse a Alexander Skarsgård, quien hacía de su difunto hijo en la serie. Una historia de amistad sin duda especial y única en su tipo.