La menopausia, que es la etapa de la vida donde desaparece la función ovárica y, por tanto, finaliza la edad reproductiva, por años ha sido estigmatizada, lo que ha hecho que muchas mujeres sienten que se les va la vida al comenzar este proceso. Además, los trastornos asociados con su llegada, no ayudan a superarla de forma plena.
Sofocos, sequedad vaginal, irritabilidad e insomnio, son algunos de los síntomas que se comienzan a experimentar con la llegada de la menopausia, y si bien no todas las mujeres podrían sentirlos, comer ciertos alimentos ayudarían a sobrellevarlos, impulsando además el bienestar mental que tanto afecta en este proceso.
Es muy importante asegurar el consumo de calcio, no sólo para garantizar la buena salud de los huesos y así evitar la osteoporosis, sino que su ingesta también puede ser una buena opción para aliviar, en la medida de lo posible, las complicaciones que se pueden generar debido al desarrollo de la menopausia.
De todas formas, si no consumes leche, la vitamina D es fundamental para prevenir la descalcificación de los huesos, por lo que salir unos minutos por la ventana para que te llegue sol, también podría ser una medida de ayuda.
Tanto las acelgas, como las espinacas, alcachofas y otras verduras de hoja verde, son ricas en magnesio, un mineral que mejora el estado de ánimo y el sueño, además de mejorar el desempeño de la actividad física. Por otro lado, se trata de un alimento con bajas en calorías, lo que ayuda a combatir el ligero aumento de peso que se da en la menopausia.
El consumo de proteína es fundamental durante la menopausia, ya que en este periodo se pierde un porcentaje de masa muscular. De todas formas, se puede combatir el consumo de proteínas de origen animal con proteínas vegetales presentes en las legumbres y los frutos secos. Ambas opciones deben ser acompañadas de ejercicio físico, porque ayuda a mantener una buena masa muscular. Por lo demás, la práctica de ejercicio durante la menopausia no sólo es recomendable desde un punto de vista físico, sino también apunta al bienestar psicológico.
Se trata de una fruta con un alto contenido en isoflavonas, como también lo son el limón, la naranja, el apio, la cebolla, los pimientos o el perejil. Su particularidad es que aparte de elevar de forma natural los niveles de estrógeno, son alimentos bajos en calorías y que aportan diversas vitaminas y minerales, es decir, nos ayudan a mantener nuestro peso que suele aumentar en la menopausia, y además lado nos nutren, ¡2×1!.
Según un estudio publicado en el Journal of Epidemiology and Community Health, las mujeres que a lo largo de su vida comen más pescado y legumbres frescas, tienen una menopausia más tardía, ya que al parecer las grasas omega 3 presentes en pescados (azul y blanco), estimulan la capacidad antioxidante del cuerpo, cosa que podría influir en la función ovárica y prolongar la menstruación en el tiempo.
De todas formas, debemos recordar que cada caso y cada cuerpo requiere un tratamiento personalizado y por ende lo recomendable es dirigirse a un especialista para guiar este proceso.
