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En su testamento, Matthew Perry dejó a cuatro personas como beneficiarios. A sus padres John Perry y Suzanne Morrison, a su media hermana (Caitlin Morrison) y para sorpresa de todos a su ex novia, Rachel Dunn.
La estrella de Friends tenía un patrimonio de 120 millones de dólares según el diario británico Daily Mail. En 2009, creó un fideicomiso bautizado como Alvy Singer Living Trust en honor al personaje de la película Annie Hall, de Woody Allen.
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En su memoria Amigos, amantes y aquello tan terrible el actor definió a Rachel como “la ex novia de su sueños”. Comenzaron la relación el 2003 y duró hasta el 2005. La británica se mudó a Estados Unidos para estudiar moda y cuando se conocieron ella apenas tenía 19 años, mientras que él 35.
Perry, quien luchó contra la adicción durante la mayor parte de su vida, agradeció a Dunn por mantenerlo estable cuando salieron.
“Con Rachel en mi vida, sé que puedo ser muy comprometido y no ser un tipo egoísta que sólo quiere pasar el rato con amigos. Quiero pasar tiempo con mi novia y explorar lo que significa tener una relación mucho más estrecha de la que antes había tenido tiempo”, dijo el actor al diario Evening Standard en 2004.
En el momento del quiebre, la revista People aseguró que “no hubo drama entre ellos”.
El pasado 28 de octubre, a los 54 años, el actor fue encontrado sin vida en el jacuzzi de su casa por efectos derivados del consumo de ketamina.
