Todavía no existen cifras oficiales que detallen cuántas mascarillas desechables son utilizadas en el país. Pero se estima que si cada chileno usara 2 mascarillas diariamente,, en todo el territorio se gastarían 34 millones aproximadamente, las que podrían llegar a playas, mar y montañas, perjudicando -más aún- el medio ambiente.
Por esta razón, el Ministerio del Medio Ambiente inició la campaña “Bota responsable”, que busca reducir la contaminación generada por el mal manejo de lo que se conoce como “basura Covid-19”, es decir mascarillas, guantes y escudos faciales desechables, elaborados con plásticos como polipropileno y polietileno, que tardan 450 años en degradarse.
El propósito de esta campaña es que esos productos sean tirados a la basura de manera responsable, dentro de una bolsa bien cerrada. “Una muy buena alternativa es que pongamos las mascarillas dentro de bolsas plásticas reutilizadas de alimentos como fideos, arroz o azúcar, y luego aplicarles por fuera un producto desinfectante antes de depositar en el basurero”, detalló la ministra Carolina Shmidt.
La Organización Mundial de la Salud (OMS), recomienda tirarlas en un contenedor de basura “adecuado” inmediatamente después de usarlas y no reutilizarlas.
“En los centros de salud, las mascarillas quirúrgicas deberían ser tratadas como desechos médicos (que normalmente se botan en contenedores rojos)”, explicó a BBC Mundo Ashley Baldwin, del departamento de comunicación de la OMS. “Pero en entornos comunitarios deben desecharse en contenedores cerrados”.
Algunas personas se preguntan si es adecuado poner las mascarillas en el contenedor de desechos reciclables y la respuesta es un no tajante, ya que esto podría poner en riesgo la salud de los recolectores de basura y otros trabajadores de la industria del reciclaje. Además, es probable que las mascarillas obstruyan la máquina que clasifica los desechos, como suelen hacerlo las bolsas de plástico.
George Leonard, director científico del Ocean Conservancy, una ONG que promueve la defensa ambiental con sede en Washington, EE.UU., explica que existen varias razones por las que las mascarillas desechables no se pueden reciclar.
“En términos prácticos, incluso las mascarillas que no están contaminadas, son imposibles de reciclar, ya que están hechas de múltiples capas y tipos de plásticos que tendrían que ser separados. Las instalaciones de reciclaje simplemente no están equipadas para manejar estos artículos”, comentó a BBC Mundo.
Por otro lado destaca la labor de los recolectores de basura durante la pandemia;
“Son críticos para el manejo de desechos contaminados y están en la primera línea para evitar que el equipo de protección personal (EPP) termine en los océanos”.
De la mano con esto, el científico hace un llamado a las autoridades para que aumenten la inversión en esta área y en la salud pública, lo cual se traduciría en océanos más limpios y ecosistemas más sanos.