Desde noviembre pasado, los monarcas se han convertido en la pareja royal mediática del momento, ¡y cómo no! Las crónicas dan cuenta de amantes, fugas y una abdicación de por medio. Hoy posan cómplices frente a la cámara, mientras los daneses bien poco convencidos esperan un nuevo giro argumental en esta serie de palacio.
Las fiestas de navidad de los royals suelen ser dramáticas, marcadas por las ausencias o los escándalos y la casa real danesa no es la excepción. En noviembre del año pasado, la revista Lecturas publicó imágenes del entonces príncipe Federico (56) junto a la socialité mexicana Genoveva Casanova (47). Un paseo muy de enamorados por el parque de El Retiro en Madrid. Las alarmas se encendieron, el príncipe heredero pasó la noche en casa de su “amiga” y su mujer, Mary de Dinamarca (52), se fugó a Australia a principios de diciembre, poniendo tensión a las celebraciones de fin de año, a las que apareció en último momento. Los cimientos de ese palacio tambalearon por primera vez en mucho tiempo y la reina Margarita tomó una decisión clave para salvar la imagen y poner en línea a su heredero: abdicar.
Hasta antes de asumir como rey, en enero pasado, la crisis matrimonial de Federico X era evidente. La ‘rumorología’ festinaba con las fotos de Genoveva en su Instagram en las que la rubia declaraba su amor a un hombre ‘secreto’, lo que sumaba a las críticas a la responsabilidad frente al cargo que ostentaba el heredero. Sin embargo, con la protección desmesurada de los daneses hacia la Familia Real, esta polémica era sólo una aventura más en la hoja de ruta del recién estrenado monarca.
No hace mucho tiempo, a Federico de Dinamarca lo apodaban el “príncipe Turbo”, por su fascinación por la velocidad. Un apodo que nació en Nochevieja de 1992 tras ser detenido junto a su novia de la época, la modelo Malou Aamund, por conducir a excesos de velocidad y con un elevado nivel de alcohol. En aquel momento, el hecho escaló hasta el Parlamento y se puso en duda su aptitud para reinar. Un cuestionamiento de autoridades y súbditos que lo obligó a pedir perdón por su irresponsabilidad.
La reina Margarita salió a resolver, una vez más, el escándalo de su hijo mayor. Y, de manera bastante práctica, lo envió a estudiar al extranjero. El destino fue la Universidad de Harvard, donde se graduó en 1995 con un máster en Ciencias Políticas.
Todo muy adecuado para un futuro monarca. Sin embargo, el ‘soltero de oro’ seguiría haciendo de las suyas.
Federico nunca escondió sus pasiones. En el año 2000, el diario El País de España tituló: “Novia, pero difícilmente reina”. Se trató de un artículo en el que se revelaban el mediático noviazgo del futuro rey con una desconocida plebeya llamada Bettina Ödum. La candidata a llevar tiara fue rápidamente descartada por la reina Margarita. ¿La razón? Un topless captado por un paparazzi en la Costa Azul. Las fotos llegaron a una reconocida revista danesa y el idílico romance de Federico vio pronto su final.
No era la primera vez que la reina terminaba una de las relaciones de su primogénito. Así lo hizo también con la modelo de ropa interior Katja Storkholm y también cuando salió con la cantante danesa de rock Maria Montell, en 1998.
Tras aquellas rupturas forzosas, fue él mismo quien reveló: “Cuando me miro en el espejo y pienso en mi vida, siento tentaciones de quitármela”.
Y aunque los rumores de palacio aseguraban que la reina sólo sugería que la muchacha no era apropiada, la decisión final era de Federico…
Así, su pololeo de con la chica del topless duró dos años; lo defendió contra viento y marea. Pero en septiembre de 2000, la hoja de ruta del príncipe lo llevaría a conocer a la australiana Mary Donaldson durante los Juegos Olímpicos de Sydney. Según él, fue amor a primera vista. Sin embargo, los meses siguientes se le vio felizmente acompañado de Ödum.
Ya en marzo de 2021 se supo del quiebre definitivo con Bettina. Él, mientras, mantenía encuentros esporádicos, visitas secretas y largas llamadas internacionales con Mary. Pero, Federico no tenía problemas en tener varias conquistas paralelas.
De esa forma, estuvo tres meses jugando en relaciones simultáneas, hasta que la modelo a Billed Bladet, según ella, lo dejó y reveló el nombre y paradero de la conquista australiana del heredero.
Una pequeña venganza de la ex, quien habría dejado con el corazón roto al príncipe, provocando sus lágrimas en el día del matrimonio con Mary Donaldson, según el cotilleo danés.
“¿Por quién lloraba el novio?”, se preguntaban con malicia los medios de prensa rosa europeos. Las opiniones eran divididas.
Mary Donaldson y Federico de Dinamarca se casaron en 2004 y, desde entonces, mantienen una vida que navega entre polémicas, infidelidades y sonrisas cómplices que levantan suspicacias del público.
En 2017, la revista danesa Her&Un aseguró que el actual monarca fue infiel a la australiana y que, para ocultar el desliz, habría pagado varios miles de euros a la mujer involucrada para que no lo expusiera ante el mundo.
Pero nada tan dramático como lo que gatillaron las fotos de Federico junto a Casanova en España. Ahí este matrimonio –con cuatro hijos– sumó a su historial la fuga de la princesa Mary a Sydney.
Muy al estilo Charlene de Mónaco, se fue al otro lado del mundo junto a sus dos hijos menores, los mellizos Vincent y Josephine, de 12 años.
La “princesa fugitiva” la llamaron y los expertos interpretaron esa medida como un llamado de atención público a su marido. Si bien no puso en duda la continuidad de la relación, el heredero fue criticado por su poca capacidad de mantener la vida privada donde debe estar: puertas adentro.
De esa forma, la pareja volvió al centro del cotilleo y se analizó cada uno de sus movimientos, como cuando –en medio de la fuga– se filtraron fotografías de Mary comprando un libro en el aeropuerto con un título que no pasó inadvertido. Se trataba de un ensayo de autoayuda: “Se útil: Siete herramientas para la vida”, firmado por Arnold Schwarzenegger, en el que promete a sus lectores estrategias para lograr llevar una vida significativa. ¿Por qué Mary necesitaría un texto como ese?
Mary regresó a Copenhagen para estar en Nochevieja junto a toda la familia, una reunión exigida por la reina Margarita, quien nuevamente salía a salvar el nombre de su hijo. Dos semanas después abdicaría en nombre de Federico.
El comportamiento alocado del actual monarca siempre ha sido su talón de Aquiles. No se controla. De hecho, mantiene panoramas nocturnos en los que muchos alcanzan titulares porque son salidas que no comparte con su señora.
Y aunque los medios locales son respetuosos con la vida privada de los integrantes de palacio, el problema aparece cuando el rey cruza los límites de mesura de su reino.
En este contexto de “marido díscolo”, muchos recuerdan la opinión de la australiana, quien dejó muy claro lo que pensaba de la infidelidad en el libro “Mary, princesa heredera de Dinamarca”, escrito en 2005 por la periodista Anne Wolden-Ræthinge y que aborda desde su romance con el danés hasta el matrimonio de la pareja.
En este título se toma la siguiente declaración: “No aceptaría la infidelidad dentro de un matrimonio. Una relación se basa en la confianza. Y si se abusa de esa confianza… Si, digamos, hay un abuso de confianza muy grave… Es difícil recuperarla cuando se ha roto por completo. La confianza es sagrada, es una obligación y uno de los pilares de nuestra sociedad. Es necesaria para mantener la independencia, para poder funcionar en pareja”.
Veinte años después, la madurez permite ciertos matices. Y su respuesta sobre el mismo tema quizás hoy sería diferente, sobre todo, después de asumir este año como reina de Dinamarca.
El escenario es distinto al que vio el mundo en el día de la “boda real”. En la fiesta, Federico realizó el siguiente brindis: “La felicidad y la fuerza que me das es como el sol de la mañana, con su resplandor, que deshace la oscuridad y las dudas en la tierra”. Una luminosidad que parece haberse apagado o, al menos, la falta de energía está.
Durante su último viaje a Noruega, un fotógrafo logró capturar la pantalla del teléfono de esta nueva reina. Algunos mensajes sin leer, un par de llamadas perdidas y 1.769 correos sin revisar. Además, había aplicaciones como la del The New York Times, la app de la Federación Ecuestre Internacional e, incluso, una que sirve para rastrear mascotas. Sin embargo, las que llamaron la atención fueron las de compras y moda: Farfetch, Zalando y AboutYou, entre otras. Inmediatamente algunos conectaron esas plataformas con las “compras de frustración”, como un medio para superar crisis y sentir esa gratificación inmediata…
Así, pese a que hoy viajan juntos en actividades oficiales y el nombre de Genoveva Casanova no suena como el año pasado, las conversaciones sobre el estado real del matrimonio es una incógnita. ¿Qué es verdad y qué es mentira? Lo único claro es que nada es lo que parece y que que se han convertido en los reyes del engaño.